viernes, 6 de agosto de 2010

Vuelta a la manzana a Eslida

Jueves. Cuarto día de vacaciones. Cuarto oeoeoeoeeoe. El despertador suena a las 6:45. Leíste bien...cuarto día de vacaciones???. Sí, y lo del despertador, sonando a esa hora, es rigurosamente cierto. J*d*d*mente cierto, añado.

En fin, es el día pactado con mi compi Angel (uno de tantos pindaritos que corre muuuuucho más que yo) para darnos una vuelta a la manzana a Eslida en compañía de nuestras respectivas bicicletas. Importante detalle éste...sino estaríamos aún ahí. Como la crónica la escribo yo y el blog es mío, empiezo a alabar las adversidades a las que me enfrentaré, oh, indicando que mi bici es una de montaña con las ruedas de tacos, eso sí, recién lavada. La suya, una de carretera con las ruedas superfinas. Física, rozamiento y demás cosas de ésas juegan en mi contra, otro oh...

Hora de salida: 8:30 en Eslida, en pleno Espadán. Bonito pueblo en el que los mozos que viven en la parte alta solo tienen un deseo...no liarse con una que viva en la parte baja. Ufff, que dolor de piernas tras dejarle en casa. Volvamos a los prolegómenos de la etapa. Volvamos, pues a las 8:30. Como es de esperar, a esa hora no nos hemos bajado ni de los coches. Es más, creo que ni había aparcado. Jiji, cosas que pasan...

Empezamos párrafo y ya estamos dando a los pedales. Dudábamos entre hacer primero Eslida y luego Almedíjar o viceversa. Como la subida a éste último no me acuerdo exactamente cómo se llega, nos decantaremos por la opción de ascender primero el Almedíjar y dejar para el final la subida de Eslida. Lo bueno de salir desde aquí (desde Eslida, no desde tu ordenador) es que elijamos lo que elijamos, acabaremos bajando. Así que nada más salir, empezamos a subir. Carretera poco transitada, con poco arcén y un túnel en curva la mar de interesante. Es ascendente, a derechas y mi sentido de la orientación hace que salga de él casi pegado al carril central, vamos, 20 metros más de túnel y acabo estrellado en la pared opuesta...Subimos a una marcheta creo que no muy agobiante. En un momento nos plantamos en Aín, lo bordeamos, dejamos a un lado la carretera que va a Alcudia de Veo y subimos la parte final rodeados de pinos.

La subida del Almedíjar es, para mi gusto, una pasada. Iba a poner preciosa, pero no me pega. Así que es una pasada: carretera estrecha, sin marcas viales ni tráfico -nos cruzamos con un par de coches en la subida/bajada-, rodeada de vegetación -mucho pino- y no muy dura. A esto se le añade que en algunos tramos se ve por donde has subido y solo se ve lo que te queda en la parte final. Vamos, que nos guíamos más por la altitud del gps que por lo que vemos. De todos modos, tampoco sabemos a qué altitud está el fin del puerto así que...el gps dijo 796 metros, en la plaquita no me fijé. Ay. Que mal documentado.

De todos modos, Angel y yo, empapados de lo visto en este último Tour, decidimos que un puerto a 40 kilómetros de meta no es lugar para atacar, así que coronamos a ritmo. Mientras le indico que la senda que sale a la izquierda (pendiente para investigar) ha de ser una pasada, aprieto un poquito y cojo los puntos del maillot de la montaña que él no sabe que existe ;p. De todos modos, el acuerdo parece tácito, el kilométrico pindarito para él, la montaña para mí.

Si la subida del Almedíjar me gustó, la bajada es fascinante. Se baja por la ladera de la montaña, quedando ésta a la izquierda y a la derecha el terraplén. Vegetación abundante, gravilla en alguna curva, carretera estrecha, quitamiedos de hormigón y una sucesión interminables de curvas de 90º a izquierda y a derecha. Angel se hace la víctima al inicio de la bajada, pues ha olvidado los guantes; yo, siguiendo el símil del Tour, pues hago una bajada tranquila. El hecho que no haya bajado rápido en mi vida es irrelevante, claro.

Una vez llegamos a Almedíjar -pueblo-, nos dirigimos a Castelnovo y, a continuación, a Segorbe. De camino, pillamos algún que otro repecho que se nos atraganta más que la subida anterior. También de camino, mi compi, asfixiado ante el ritmo de jonsellara que le estaba poniendo, usa la excusa de "ay, me ha picado una abeja" para hacer que frene. Lamentable.

Debido a la tremenda gravedad de la herida producida -inapreciable, vamos-, decidimos que toda la ruta no la haremos del tirón, sino que habrá que almorzar, no se nos vaya a desmayar el chico. Tremendo sacrificio, como entenderéis. Así que abandonamos Segorbe y buscamos la localidad de Soneja. Para ir allí, se puede ir por autovía o por la vía de servicio. Al ir en bici, esta segunda opción es la más adecuada. Así que pongo la marcheta y nos dirigimos para...la autovía!!!

En efecto, pese a que la señal indicaba Valencia o Castellón o algo sobre un fondo azul, yo voy directo para allí convencido que ahí estaba la vía de servicio. Si pusiera vía de servicio...sería demasiado fácil. Pues no, majete, lo que hay ahí es un guardarraíl, que si lo saltas para evitar entrar en la autovía...a los 10'' te pasa un coche de la Benemérita para suspirar y recordar de la que te has librado. Uffff. Angel flipa. Bueno, y salta también. Otro guardarraíl más. Otro salto más. El tramo más fácil de la etapa lo estamos convirtiendo en un ciclo-cross. Guay. Y si esperas que hayamos salido a la vía de servicio...pues como que no. Carretera sin salida. Angel, en una cena familiar, lo contarás y te reirás...hoy no ;p. De paso, vemos el Espadán. Ohhhhh.

Salimos, por fin, a la vía de servicio y llegamos a Soneja. Vemos lo que hizo el incendio del pasado año. Ufff. Duele. Seguimos rodando, vuelve el verde (hola shrek). Buscamos ahora Azuébar. Punto de avituallamiento. Como no hemos contratado a nadie que nos dé la comida en bolsas y así no parar, pues nada, nos lamentamos al tiempo que nos dirigimos hacia el polideportivo. "Un par de bocadillos...". No, no, para llevar no!!!. Mejor en mesa, sí.

Nosécuánto tiempo después, nos dirigimos hacia la parte final de la etapa: Chóvar y coronar Eslida...y dejarnos caer a meta. Parece todo fácil salvo la parte ésa de coronar Eslida. Pues nada, pedales a la obra. Tras felicitar al familiar del alcalde de turno que hizo el cementerio de Chóvar, atravesamos la villa y enfilamos las primeras rampas. Parece que fuéramos a 30 por hora o algo así. No, no. Esto es una réplica del Tour, así que subiremos a la marcheta hasta arriba. Que así se sufre menos. Hala.

El puerto de Eslida lo recordaba vagamente. Todo lo recuerdo vagamente, ya dije en la primera línea que estaba de vacaciones. Me ha sorprendido gratamente. Es bastante semejante al Almedíjar, pero un poquito más bajo y con la carretera en mucho mejor estado. Las vistas son impresionantes, tanto del puerto (por donde has subido) como de Chóvar. Sí, Chóvar es aquello que queda ahí bajo. Y además, pinos, alcornoques...sombrita a las 12 del mediodía, así da gusto subir. Y sin pagar...no como el Hércules lalalala.

El problema de dejar el coche en Eslida es que, una vez coronado el puerto, se puede llegar a él sin dar una miserable pedalada. Faenón. Se ve, bajando, que la subida de Eslida por Chóvar es más suave que si hubiéramos hecho el recorrido en sentido contrario. Así que, la próxima vez que volvamos, lo haremos...en el mismo sentido ;p.

Acábamos la etapa con una cocacola -patrocina como en el Tour- y hablando de carreritas de montaña. C*ñ*, me suena que había un blog que hablaba de algunas...

Ahora bien, solo espero que esto no haya sido efectivamente como el Tour...y no os hayáis dormido. Glups!!!.

Éste es el track, con el tramo en el que saltamos los dos guardarraíles, nos perdemos y tal.

Y éste es el terrorífico perfil, oh. Ni el de Rossydepalma, oiga.

6 comentarios:

  1. bonita cronica,ya me pagaras lo de dejarte ganar el mallot de la montaña

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  2. Sí, soy un gregario baratito y con pretensiones humildes.

    En efecto, los puntos rojos me quedan superbien ;p

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  3. A la próxima, el almuerzo en Peñalba.
    Esa carreterita la tengo que correr yo. Empezar en Aín y terminar en Peñalba. No son más de 20 Km.

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  4. ...y si vuelves y un poquito que te pierdas, te cuadra el maratón.

    Ahora bien, no tengo ni idea de qué carrera hablas!! :(

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  5. Carreterita, no carrerita. La carretera que es preciosa, perdón, una pasada, además de estrecha. Ya te digo. La he hecho en coche unas pocas de veces y sólo me queda engañar a alguien para que haga de coche escoba (pero por delante) y se pueda correr sin peligro. Au, au, au.

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  6. Corrijo, corrijo...Eduardo, creo que esa carretera es el puerto del Almedíjar...es una gozada para los sentidos (el dolor de piernas es sentido??) y sí, bonito es un rato.

    Este jueves la hacemos desde Vall D'Uxó...¿te apuntas? (puedes salir desde Segorbe...ahora, te vuelves solo eh ;p)

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