domingo, 28 de octubre de 2012

Vuelta a los naranjos de Petrés...y alguna montañusca

Race Mountain de Petrés. Con la de palabras que tiene el castellano y tenemos que tirar del idioma de los Tam Tam Go para nombrar a la carrerita. Si, total, con que no la llamen Volta al Terme...a mí ya me vale.

Además, para hacerla más llevadera, hubo una modificación del recorrido por temas de caza y es que, por lo visto, los organizadores no querían que algunos llegáramos perdigonados a meta -manías que tienen, ya ves-, con lo que el tramo que discurría al otro lado de la autovía de Teruel se descartaba. El tramo duro, además.

Un montonazo de gente conocida y alguien de quién casi ya me había olvidado...el frío. Y es que la rasquita que hacía -culpa del viento, principalmente- me hacía sentir Walt Disney por momentos. Ufffff. A ver si salimos ya...



...aunque no sé para qué, porque dan la salida y, pese a no haber mucha gente, tardamos unos diecesiete segundos en pasar bajo el arco. Parece claro que ganar, no ganaremos. Y el podio, ni lo oleremos...bueno, igual estoy adelantando acontecimientos.

Y adelantar acontecimientos no es adelantar corredores. Que de ésos ni uno. Tras un primer kilómetro por Petrés acompañado de los pindaritos Ángel y Rafa. Bueno, vale, 800 metros y ahogado. Biennn, valeeee...eran 600. Eso, que decía que tras ese primer tramito busco cobijo a rueda de Isaac, Raquel y Luis. La cuadrilla del Veleta. Nos adentramos en los campos de naranjos.

Kilómetro 2: campo de naranjos. Kilómetro 3: campo de naranjos. Kilómetro 4: campo de naranjos. Kilómetro 5: campo de naranjos. El inglés de Muzzy que me gasto me hace asociar: Race significa carrera y Mountain...naranjos. Y en el kilómetro seis empieza la subida. Bueno, la tierra. Y es un poco ascendente. Y corrible. Y sendereamos entre pinos hasta que llegamos a la parte dura que es...asfalto. Ay Dios. Y, a punto de coronar, viene la paradoja: Race Mountain Petrés, ahí...escrito en el asfalto. Palmadita en la frente y lamento.

Tramito de bajada por senda y cogemos una pista que va por un barranco. Kilómetro 7: pista. Kilómetro 8: pista. Kilómetro 9: autovía -es lo que faltaba-. Kilómetro 10: dejamos la pista y cogemos asfalto. Isaac inmortaliza el momento. Llevamos una hora y añoro las subidas con pendiente que subes andando porque no puedes más. El ritmo naranjero me desespera por momentos. Menudo recorrido...puffffff.




Y del diez hasta el catorce nos encontraremos con los únicos cuatro kilómetros de montaña de verdad. Incluso con un tramo que te quitaba el aire. El de la respiración, que el viento seguía soplando. Pero hechos estos cuatro kilómetros vuelves a Petrés y oyes la megafonía. Y ya te hueles lo que te espera.

Kilómetro 15: naranjos. Kilómetro 16: naranjos. Kilómetro 17: naranjos. Kilómetro 18: naranjos. Y entonces se sube por donde bajamos en el seis. Aquí, el ritmo naranjero ya se ha apropiado de mi ser y subo sin correr, ni posar ni nada. Vamos, supermal. 


La sorpresa es, cuando llegas arriba, que en vez de bajar por el asfalto -por donde habíamos subido- nos bajan por una senda!!!. Y te quedas con la cara de...¿por qué no nos han subido por ahí?.

19 kilómetros y 708.000 naranjos después...meta. Y mientras estamos ahí, tirados al sol, Raquel se entera que hace podio. Ole.

El track es éste y el perfilucho, que da un poco de vergüenza para ser una carrera de montaña, éste otro



En fin, dudo mucho que me vuelvan a ver por Petrés...aunque lo mismo dije del maratón y mira.

martes, 9 de octubre de 2012

Volta al Terme de Gilet

Estoy intentando recordar cómo se empezaban las crónicas de las carreras de montaña. Generalmente, comenzaban con un madrugón. Mira, se cumple: martes 9 de octubre, 6:45, suena el despertador. El primer pensamiento sé cuál es...sigue siendo el de "¿quién c*ñ* me mandaba a mí a apuntarme a esta carrera?". Superado el trauma, desayunado y con los pies embadurnados en vaselina: recordemos, un pie está bien vaselineado -tropecientos puntos en apalabrados- cuando pruebas a ponerte el calcetín y éste sale disparado contra la pared.

También recuerdo que en el segundo párrafo, por arte de magia, aparecíamos ya en la villa en la que se iba realizar la prueba. Pues, chasquido de dedos...Benvinguts a Gilet. Palabritas con Isaac , con los nenes de Guara, con Pelechof y con Paco el Xufero. Con tanto lío, teniendo que volver al coche y lo justo de tiempo que suele llegar uno...es posible que no llegue a la salida. Sí, sería una verdadera pena.

La pena fue que me dio tiempo a llegar. Y a posar y todo. Click.  Isaac tiene a bien mostrarme una diferencia básica en las carreritas: Todo lo que empiece por Volta al Terme de...es una verdadera faena. Vamos, que es duro de narices. La conclusión que se afianzará con el paso de los kilómetros será ésa: Volta a Peu....Acieeeeeeerto; Volta al Terme...Errooooooooor!!.


8.30. Salgamos. Vale. Pum. Primer kilómetro de asfalto y de cháchara. Conviene hacer este tramo rapidito para evitar los taponcillos que se harán en la primera subida. Nos ponemos el chip y lo hacemos en 6 minutos. Pillamos todos los tapones. Y si alguno no lo pillamos...pues lo hacemos nosotros. Y es que nos damos cuenta de una cosa...aquí cuando anda la gente???. Porque tiene pinta que solo lo harán en meta para ir por la cocacola. Y con dudas lo pienso...

Las dos primeras subidas alternan tramos duros con otros de fuerte pendiente -o eso nos parece-. De hecho, la segunda ha de ser difícil...porque ahí no corre ni dios. Cuadramos los horarios y, una vez acabamos con la senda y aparecemos en la pista....llega la furgonetilla con el agua del primer avituallamiento. Para los de delante será el único punto negro de la carrera, pues el primer avituallamiento se lo encontrarían en Santo Espíritu. De todos modos, la organización pediría disculpas en meta por la incidencia.

Después de casi una hora...aparecen los tramos cómodos. El de asfalto no lo cuento, que nos pilló fríos, ejem ejem. Ligera senda descendente en la que ya empieza a notarse que hará calor. Nos basamos en que son poco más de las 9ymedia, no hay ninguna nube y estamos sudando como guarrillos. En un plis plas, aparecemos en la bajada de la Cruz de Santo Espíritu y llegamos al tramo conocido de los entrenes por la zona. Avituallamiento y a buscar el GR...

La alegría de coger el GR-10 es tal que el primer tramo empinado lo subimos corriendo. Debemos creernos que somos Alfonso o algo, no sé. Pronto se nos pasa y el resto de la subida la haremos disfrutando de ver todo lo que queda. Ufff, ufff. El consuelo que queda es que podría ser más duro. El consuelo real es que, al girar a la izquierda, empieza una bajada que nos llevará a otro avituallamiento.

Otro traguito de agua y seguimos. Ahora la senda es un subebaja que nos llevará a la subida seria de Penyes de Guaita. La subida es seria, la forma por la que vamos en la senda...pues no. Click. Foto.


Y la subidita de marras es el kilómetro 12 o 13 o 14. No sé. O 12, 13 y 14. Isaac empieza a notar los 105 kilómetros que se metió el otro día para ir de Fondeguilla a Javalambre. O igual nota el cambio de temperatura...y eso que entonces solo le cayó agua durante una parte de la carrera. Sí, bueno, los 50 primeros kilómetros...pero no dejan de ser una parte. Después de esta parte de promoción del muchacho  (buen corredor y mejor fotógrafo) toca mi parte de victimismo. Que llevo un rato de crónica y casi no me he quejado. Lo resumo, yo soy un saco de agujetas desde ayer lunes. 

¿A dónde quiero llegar?...pues primero a Gilet, está claro, pero después quiero haceros entender que es normal que la subida ésta la hiciéramos...pues menos a cuatro patas, de todas las maneras. Lamentables todas ellas. Y menos mal que subimos por el antiguo GR, el de la sombra...que si no, hay posibilidades que aún estuviéramos allí.

Estamos ya -reventados- en las Peñas de Guaita. Y las ganas de correr aparecen y desaparecen (las más) por momentos. Un avituallamiento más y a buscar los últimos cuatro kilómetros que empiezan con una senda que tira pa'bajo. Y luego tira pa'rriba. Y luego vuelve a tirar pa'bajo. Y entonces una voz femenina dice mi nombre..."jose, qué haces aquí???"...y yo, tras girarme y ver que realmente era a mí y no fruto de mi imaginación calentur...uy, perdón, iba a decir "pues mira, aquí, en una carrerita"...pero el misil de Guara pasó con tal velocidad que solo me dio tiempo a decir "pues...".

Y es que creo que Inma pasa demasiado tiempo con Alfonso. Se le pega todo lo malo. Qué necesidad tiene de pasar a dos pobres lisiadicos levantando esa cantidad de polvo que casi no nos dejaba ni ver, cuando puede unirse a su trote cochinero-lamentable e incorporarse a la tertulia que llevaban. Pues eso, que parece que mucha porque mientras pensamos eso, afrontamos la última subida de unos 300 metros en la que le dio tiempo a sacarnos 400.

Y a falta de poco más de un kilómetro, nos lanzamos a muerte a por ella. En efecto, nos sacó más ventaja todavía. Ays.

Ah, pero eso, que la crónica es nuestra. Así que, tras 3horas y once minutos llegamos a meta comprobando lo que temíamos...que ahí era el único sitio en el que la gente andaba.

Éste es el track y éste el perfilucho de una carrera bastante recomendable...si le quitan cuatro o cinco o cien graditos.