domingo, 24 de abril de 2016

Trail de Requena: la que salimos como aviones...

…más que nada porque la salida era en el Aerodrómo de El Rebollar. Para más señas, a unos doscientos metros del toro de Osborne.

Esos doscientos metros que coinciden con el final de la carrera y, misteriosamente, se hacen eternos.

Haremos un breve resumen porque, corremos menos carreras pero todas tienen el mismo patrón. A saber:

A las 6:40 de un domingo suena un despertador. Si ya te cuesta la noche de antes ponerlo a esa hora, no te quiero contar el despertarte.

Llegas una hora antes a la salida, te dan el dorsal, la bolsa -con botella de vino, camiseta, calcetines…bastante buena es el resumen- y te encuentras con que a las 8:30 estás en el coche pensando qué haces. Pues habrá que correr. La labor de concentración continúa en la zona de salida diez minutos sentado en una silla. Estrés a la máxima potencia. Fijo que en esos diez minutos, Dámaso se podría afeitar. Sigamos.

Podía haber estado veinte, porque la salida no se dio a las nueve, si no un poco más tarde para esperar a los que no han venido con tanto tiempo. No sé yo si en la CSP me esperaron a que perdiera la bolsa, pero bueno, no importa. Me quedo viendo los coches clásicos que pasan cerca de los huevos del toro que domina el paisaje. Me gusta un Delta. En meta, lo cambiaré por un Seat 124.

Si el toro domina el paisaje es porque no quieres mirar a la izquierda, que es donde están las cuestas que hay que subir. Mucha vegetación. Sombra…bien!!. Hace un día muy soleado y no es plan de achicharrarse tan pronto.

Tras dos semanas saliendo al río a hacer unos 20 minutejos (bueno, algún día hemos llegado a 27, toma ya!!) a cinco de media, los dos primeros kilómetros llanos no nos asustan. Me asusta la velocidad a la que los hagamos. Motivo para el pavor: llevo un dorsal. Que el dorsal no cubra la totalidad de mi abdominal generado a base de flanes o yogures griego no es el mayor de mis problemas. Lo es el hacer estos kilómetros a 4'30''.

Ahora enumeraré unas consecuencias derivadas de este problema, pero antes pondré una foto que no tiene nada que ver, pero me apetece. Hala.



Retomamos el tema. Decíamos que movernos a unos ritmos que son superiores a los que uno se suele mover en una carrera de montaña tienen una serie de consecuencias:

a) inútil!!, después del tramo llano viene la subida, así que si adelantas a mucha gente para ir para delante, la posibilidad que la gente que hay delante para a andar en esa primera subida es más reducida y te toca subirla casi agonizando para no hacer tú el tapón.

b) manitas!!, te toca coger una brida y enganchar el corazón para que no se te salga por la boca. Y recuerda que plástica la aprobabas porque tu hermano te hacía los…uy, perdón, mi carrera política a la m*erda.

Ah, no, que estamos en España. Bueno, eso, que tu hermano te hacía los trabajos de plástica, pretecnología…hasta los recortables de los Kellogs. Con lo que se puede sustituir por inútil nuevamente.

c) gordo!!, si te hacen foto, no podrás colgarla.

El hecho que esa subida se haga, se jadee, la camiseta no dé de sí por esa especie de respiración más propia de un elefante que de un humano y tal, adquiere una relevancia cuando vemos que se está produciendo en el kilómetro tres!!!

Al inicio del kilómetro tres, matizo. Te quedan veinte. Hala, disfrútalos.

La bajada no la hago especialmente mal. No adelanto, no me adelantan, no me caigo, no me como una rama…ni paro en el avituallamiento. Empieza la subida. Salimos de la zona de confort.

Salir de la zona de confort no porque sea subida, si no porque la última vez que corrí más de seis kilómetros era hace casi un mes. Terreno inhóspito. Sonido de "elhombreylatierra".

En los tramos de subida se andará. A veces se trotará. El tendón me molesta desde la salida. Los gemelos/sóleos de ambas piernas se van turnando cumpliendo la condición necesaria que, a cada zancada, tenga un mínimo de dos dolores. Buena idea de enganchar el cuore con la brida, porque si no serían tres y ya es un rollo. En las bajadas se trota medianamente bien.

Isabel Escudero plasma en esta foto esta táctica tan compleja.



El segundo avituallamiento está en el diez y es el único en el que se para. Aquarius, plátano y al lío. Mismo plan. Subida andando o trotando con la única salvedad que, conforme pasan los kilómetros, las piernas cada vez se asemejan más a unos palos. No por ningún tipo de operación bikini, si no por el combo gemelos agarrotados + tendones inmóviles. La carrera se estabiliza. Mi pulso no. Los que están por delante están a tomar por saco. Los que están por detrás no preocupan…a no ser que petemos.

"Micrófono de Plan". En el pasado trail de Sobrarbe -el del tongo en el concurso de relatos- se producía un efecto desalentador: oías al speaker y andabas -a esas alturas no corría ni dios- y dejabas de oírlo. Esto pasará aquí también. Notas como la carrera coge dirección Requena cuando el comentarista está ahí, cruzando la calle. Cosas del kilómetro 16 o 17 o 18, no sé…pero acabando.

"Bucle del infierno": del recorrido se ha hablado poco, dos kilómetros de pista llanos iniciales y luego un subebaja sin subidas especialmente duras -a no ser que hagas ese tramo inicial a muerte y luego…pues eso-, bastante corrible -ya si entrenas tiene que ser la leche- hasta que llegas a un bucle, pasado el 19 en el que la subida es dolorosa (curiosa sensación ésa de notar los gemelitos a punto de romperse en cualquier momento) y la bajada es todavía peor. A esa bajada peor le sigue otro tramo de senda ascendente. Ah, aquí y ahora es el tramo en el que petamos. Quedan dos…y volvemos a coger dirección Requena. Sudores fríos.

Los que están por detrás, como decía, no preocupaban. Más que nada porque venían, se les cedía el paso y se iban. Y pasaban a estar delante. Y a tomar por saco en cuestión de segundos. Afortunadamente sólo lo harán tres o cuatro. Más no podían porque la participación no superaba los 150 inscritos y porque sólo quedaban dos kilómetros.

Nota mental y recordatorio para próximas ediciones: El repecho del 19 es duro. El del 20 más y lo que lleva a meta más aún. 

Conclusión egoísta, individual o cristianaronalda: He llegado a meta con ganas de quitarme el chip y sentarme. Y de tirar un penalti. Bueno, lo primero no, pero tenía que hacerlo…así que quedar el trigésimosegundo es lo máximo a lo que se podía aspirar y se ha conseguido. Ay, qué cansancio tú.

Nuevamente Isabel Escudero me saca en meta ante la atenta mirada de Arbeloa y un colega suyo.



Conclusión general de la carrera: Muy buena carrera la organizada en El Rebollar. 22'5 kms de pista y senderos con nada de asfalto. Y si lo ha habido no me acuerdo. Cinco avituallamientos -aunque el primero es prescindible, creo-, buena bolsa y recorrido más que aceptable en términos de deleitarse con la vista -bueno…eso creo, que tampoco es que haya visto mucho-. Recomendada!!
Ah, éste es el perfilucho.



Enguera, Xativa y Requena…¿te imaginas que las mejores carreras no son las más masificadas?