domingo, 26 de febrero de 2017

Trail Espadán: el de la chaqueta cuca

Porque cuando uno vuelve a Vall d'Uxó le vienen algunos recuerdos borrosos: una senda estrecha (claro, imbécil, si no sería una pista!!), una curva a izquierdas, una piedra en mitad del camino, una rama de un olivo centenario que, a consecuencia del golpe se quedaría hecha astillas -si es que quedó algo-, una brecha en la cabeza, un esparadrapo para que se rían de mí en el trabajo, un nombre para un blog...en resumen, recuerdos.

Así que este será buen día para volver a ponernos un dorsal por la zona en una prueba que se amolda bastante bien a nuestras condiciones de rodador. En efecto, hablamos de los 60 kilómetros con sus 3800 metros de desnivel que, al final no serían para tanto, porque nos quedaríamos en 59'18 y 3700. Publicidad engañosa. Trail Espadán le llaman. TES le abrevian. Si hubiera sido velocista entonces me habría apuntado a la hermana mayor, de los 100 kilómetros. De cajón.

Lo que no es engañoso es la hilera de luces parpadeantes que marcan la primera subida de la carrera. De todos modos, apenas son las cinco. No adelantemos acontecimientos. Ni personas. A esa hora, Vicen y M llevan tres horas de guardia en el parking de las Cuevas de San Jose. Son de los pocos que han decidido aparcar su coche en la zona de coches. Manías.

Voy a por el dorsal y vuelvo con una chaqueta que ya quisiera para posar el mismísimo Zoolander. Ni rastro de mi embarazo de tres meses. No me la quitaré nunca.

Para los que no tienen idea de lo que hablo, os he facilitado las cosas: he puesto chaqueta en google y ha salido esto.



Bueno, nos desviamos del tema. Estoy pensando en correr con la chaqueta. Mientras me miró como me queda en todos los espejos, aparecen C y S. Les acompaño. A ellos no les queda tan bien. Riéndome interiormente nos vamos al coche. Y de ahí a casa. Fin del TES.

Si hubiera sido así, habría sido c*jonudo, la verdad. Lástima que, media hora más tarde, nos dirigiéramos nuevamente, ya pertrechados para la ocasión, hacia las Cuevas de San nombreguay. Esta vez para, si no nos abrimos la cabeza (novedad) en los primeros 30 metros, correr un rato.

Y un rato será lo que corramos, porque 200 metros de salir de la cueva enfilamos el ligero repecho de las luces. Que al final del todo tengas dudas de si está San Pedro tomando notas es irrelevante, pero eso va muy pa'rriba. Me acuerdo de Rafa y las Cascadia. Sí, esas zapatillas que no he ido a recoger. Estoy corriendo con unas japonesas que son un fraude. Pokotako le llaman. Y ayer llovió. Señores, me resbalo subiendo.

Pero los resbalones-falta de agarre subiendo no tienen nada que ver con el padecimiento que voy a disfrutar bajando. Y se va a ver en la bajada de Pipa. Creo que bajaba a tres fotogramas por segundo. Resultado: en la primera hora creo que, a duras penas, pasamos de los cuatro kilómetros. Excelente promedio.

Y llegamos a la carretera que va de La Vall hacia Fondeguilla. Me suena. Aquí, en la Volta al Terme, nos hacen un subir por un muro de la leche. Te imaginas que...en efecto, cruzamos la carretera y los de Protección Civil nos marcan la senda a subir. Me suena. Sí. Vaya si me suena. Me sigo resbalando subiendo. Lo triste es que no es por la velocidad. Otra de remember. Menuda leche me metí ahí arriba con una piedra mojada que pensaba que me quedaba sin clavícula. Todo excelentes recuerdos. Por lo menos sale el sol.

Y ahora bajamos hacia Fondeguilla. Bajo a dos fotogramas. "Vamos Jalt". Esa voz me suena. Es el tipo que estaba en el coche desde las cuatro de la tarde. Se va. "Cuidado con la curva". Como en quince metros me ha sacado treinta, pues nada, tendré cuidado con todas porque no sé a cuál se refiere. Aparece, por fin, el primer avituallamiento. Van diez kilómetros y andamos cerca de las dos horas y cuarto. Un promedio de casi catorce minutos el kilómetro. Ahí es nada. Haciendo cálculos, igual el martes llego.

No es por tanto difícil que los chicos de Esport Natura no me saquen movido en la foto. Gracias.



Volvemos al lío. Estábamos en Fondeguilla y...el que llega es Vicen. Sonriendo. Nada nuevo bajo el sol, la verdad. Mi sociabilidad hace el resto, así que les dejo y me voy a buscar Chóvar. El terreno se seca. Por fin podemos empezar a trotar un poco en las subidas. Pero tampoco mucho, no nos vayamos a pasar. Cuando llega la senda seguiremos a un grupo de seis y a ir cogiendo altura. Hasta los 800 metros subiremos. Después, cuando se puede trotar un poquillo, lo haremos y enfilaremos la bajada para buscar el siguiente avituallamiento. De paso, ahí estará Isa...Le digo que me ha pillado M. Y en sus ojos se percibe la pena propia de alguien que te quiere decir que te dediques a otra cosa (damas, parchís...) pero que no le salen las palabras. Avituallamos y nos damos cuenta que el isotónico es una cosa con un sabor distinta al isotónico. Obviamente, porque hay que dar de comer a las empresas que lo fabrican para disolver pero a mí me parece una mierdapincháenunpalo.

Creo que ya van cuatro horas, ahora toca buscar Ahín. Lo único bueno de verdad, aparte que el terreno se ha secado, es que ahora ya vamos solos, con lo que no te vas a cebar en intentar pillar al de delante ni te vas a agobiar porque lo pueda hacer el de atrás (que, si lo hace, oye, felicidades). Esta subida va a ser larga. Una primera parte en la que ves el puerto de Eslida y luego, tras un tramo pistero descendente, se ven allí, a lo lejos una especie de hormiguitas con colores chillones que se dirigen, a ver cómo lo diría técnicamente...sí, eso...que se dirigen pa'allá. Pa'allá arriba, matizo.

Y cuando llegas allí, que es cuando has coronado la primera parte del pepino, ves en el perfil que hay un cresteo que se va a traducir en dolor. Y más cuando las hormiguitas las ves subiendo la loma de enfrente y, entre nosotros, hay una bajada. Así dos veces. Lo bueno es que ya hemos superado la mitad de la carrera (que es justo el momento en el que podemos cambiarle el nombre por marcha de supervivencia y tampoco sería algo tan descabellado), lo malo...lo malo está por llegar.

Pero, de momento, bajamos y llegamos al Puerto de Almedíjar. Bajando. Esto es como lo de la marcha esa de LaTitánica, que llegabas a Xodos en bajada lo cual lo considerabas ajeno a toda lógica porque todos los caminos que llegan allí son de subida. Pues aquí, lo mismo. Avituallamiento sorpresa, senda y a buscar Ahín. 

Y lo encontramos tras dejarme dos kilos por el camino. Silbidos mientras miras al cielo. 

Y ahí vuelve a estar Isa. Me dice que los demás llevan buena cara. Así que comemos un poquito y enfilamos hacia Eslida. Este tramo es sencillo, algún leve repecho. Bueno, perdón, que vamos camino de los 40 (en todos los sentidos) así que alguna cuesta infernal pero casi todo descendente. 

Y en Eslida nos hacen control de material, comemos otro algo y, siguiendo con la ruta turística, toca ir a Artana. Aquí ya nos volvemos a ceñir al perfil: un repecho (o sea, cuesta infernal) y un montañusco (sin traducción coloquial) y luego bajada.

El objetivo, simplemente, es coronar porque de ahí es todo bajada. Sencillo. Para alcanzarlo, subiremos andando, sin alardes y cruzaremos los dedos cuando, al ver el cartel de Coll Roig 10' 0,36 km se acabe ahí. Controlaremos la euforia todo lo que podamos porque, al llegar al citado lugar la senda de la izquierda es descendente, pero ahí no hay ninguna cinta indicadora. Al revés, si sigues girando la vista hacia la izquierda (evitando una torsión de la niña del exorcista, a poder ser) podrás ver las cintas. Sí. Y siguen para arriba. Y con más pendiente. Van cuarenta kilómetros y los cuadríceps empiezan a quejarse.

Después, una bajada a Artana por pista muy corredora para los que tengan piernas. Aquí ya empezamos a correr un tramo y caminar otro. Vamos justos, qué se le va a hacer...

El avituallamiento de Artana es una condena por algo que hicimos mal en una vida anterior, está claro. Ahí está, con sus escaleras. Sumaremos un par de metros más de desnivel, no hay otra.

Y de Artana nos iremos a La Vall aumentando la colección de nombres míticos en los que la patada ha sido épica no, lo siguiente. Tras El Reventón, en Peñalara'11 o la Peña Pastor en el Maratón de Alcudia de Veo llega el infierno de Artana, porque la p*tacuestadelosc*jonesdeArtana queda poco comercial, la verdad.

Rampa Puntal, le llaman en Strava. De momento, ahí dejo un dato...


Soy el p*to último :)

Una sensación de malestar, acompañado de falta de fuerzas (obvio), por momentos ganas, no saber cuánto queda de ascenso (aunque me habían dicho que estaría por los 600)...vamos, porque es un sitio difícil para un rescate, pero que si lo sé, me siento y dejo pasar ahí las horas. En fin...obviamente no hay fotos, pero os podéis hacer una idea con lo mal que lo pasamos ayer en ese momento con otro que estos días también lo debe estar pasando muy j*dido



Pobrecito. 

Igual hemos exagerado, es verdad, yo no lo debí pasar tan mal.

Y cuando por fin se acabó (y tentado hemos estado de ponerlo en mayúsculas, sonando el aleluya de fondo), se trotó como se pudo, porque con un cuadro de pájara, calambres, agotamiento físico nivel futbolista que entra en el minuto 73...poco más había para hacer la verdad. Para animar a Alejandro, este tío estaba con el UTES, 8 horas de fango y a ir descontando kilómetros de senda, senda, barranco, parking y...c*ño, M, ¿qué haces aquí?. Aportar cordura. La que a mí me faltó en Eslida.

Resumiendo, once horas y media después de empezar, llegábamos a meta.

Un poquito más tarde, llegaba el resto del comando con S pillando pisapapeles.

Que igual lo he exagerado todo un poquito porque, viendo el perfil, oye, tampoco era para tanto...


Conclusiones:

A nivel de la carrera: 

+ La única pega que le vi al recorrido era la primera subida, acabábamos de salir y hubo tapón y más cuando en los tramos que había que utilizar las manos.

+ Avituallamientos correctos aunque lo del isotónico de sobre...para mí no es, no lo soporto. Así que voy a justificar mi pésimo resultado por eso e, igual, Aquarius me lo agradece patrocinándome. O igual no, vete tú  a saber.

+ Voluntarios: son lo mejor de la carrera, como siempre.

+ Diseñador de la chaqueta talla L: ahí ahí al nivel de los voluntarios pero quizás una décima por debajo.

A nivel personal: 

+ Con entrenes de veinte kilómetros puedes hacer dignamente una maratón. Meterte en estos fregaos con esa base es algo arriesgado. De hecho, lo duro ha sido la cuesta del cuarenta y la del cincuenta. ¿Casualidad?

+ Estaría bien ir con zapatillas con tacos al monte.

+ ¿Repetirías el TES?...ayer decía que no. Hoy ya no lo tengo tan claro. Según si dan un jersey a juego...

Por cierto, he puesto jersey en google y...