sábado, 18 de octubre de 2014

El hombre y la bici...

Cuando el ciclista lanza la primera pedalada junto a su guarida y percibe que el aire le entra ligeramente a favor conforme toma la dirección suroeste -...bueno, u otra, vamos, que me daba de culo-, ya nota que  hoy será un buen día para lanzarse a por su presa tiri tiriti tiri tiriti...

Y sí, ésa es la banda sonora de "El Hombre y La Tierra", así que pon un poco de tu parte y la tarareas, anda, que no cuesta tanto. Esto, y si tienes una opaca, pues te costará mucho menos.

Bueno, vamos a explicar un poco la historia que si no, solo la entiendo yo -y con dificultades-. Resumen breve: Strava, esa red social que es un foco de perdición para corredores, ciclistas y demás gente que, en principio, sale a hacer deporte para sentirse bien consigo misma pero que...miente!!! que miente como un bellaco!!! Que salen a correr y aprietan más en el tramo que hay control de tiempo porque quieres hacer mejor tiempo que tu vecino/jefe/amigo...para luego restregárselo. Que llegan completamente extenuados -y eso que iban a rodar- porque en ese tramo de dos kilómetros en bici había un grupo que te podía ayudar a batir tus tiempos y subir unas cuantas posiciones y, claro, había que esprintar un poquito...Pues eso

¿Ubicados ya? Pues eso, que esto que estoy criticando es lo que he hecho yo. Sí, lo reconozco. El miércoles pasado subí por El Vedat dando vergüenza ajena -hasta aquí ninguna novedad, únicamente el trayecto- y, volcando los datos, aparecía segundo en la subida a esa colina torrentina.

Hoy, tres días después, y viendo que había aire ligeramente a favor -y que no tenía ganas de hacer mucho (nada) más- pues, misteriosamente nos hemos encaminado hacia Torrent. Disfrutando de los ruidos de la bici, de su rueda descentrada, de ese tornillo del portabidón que se ha aflojado en marcha y que no te lo crees pero que yo te digo que es verdad...nos hemos plantado allí. 

Con mis conocimientos de la villa, os explicaré brevemente cómo llegar: leve subida por una calle que está ahí y que comunica a una rotonda de la que sales por otra calle que tira para arriba tranquilamente hasta que...aquí empieza, zas, mariquitaelúltimo -melón, que vas solo-, haciendo algo increíble en el ciclismo patrio actual...o sea, hacer un cambio de ritmo -sin chuletones- a una distancia superior a los 300 metros. Al kilómetro incluso. Un kilómetro y medio de ahogo.

Y para ponerle más gracia...dos stops. Que casi hago uno, sabes. Lo que hay que hacer por la fama. Y asfixiado para arriba. Y eso. Fin. Que eran solo tres minutos y cuesta más escribirlo que hacerlo. 

Y de ahí a casa me vine dando grimica. Y luego volqué los datos. Y apareció esto.


Y como ya soy primero en algo, pues me retiro.

Ahora toca ir a comprar una maquinucha de ésas que hace zanjas y hacer un par de transversales en la subida para que me quede ahí arriba para siempre.

Ale, ya tenemos palmarés:

1º en un tramo de Strava donde solo han pasado doce -y siete con btt-.

1º en dos MIjC

2º en una MIjC

4º en una San Silvestre en Riola

Y nada, a esperar la llamada de Nike, así que dejen las líneas libres...

martes, 14 de octubre de 2014

Ultra Trail del Rincón...

Y a finales de julio apareció una oferta por la que, si te inscribías al UTR, te descontaban cinco euritos. Y, claro, no es lo mismo tirar a la basura 50 paunds que 45. Y me inscribí.

Ya se nos había caído algo de dinerito en carreras: Espadán, Nogueruelas, Gátova, Alcudia de Veo, Transvulcania, Occ, Mamova, Vielha, Soneja...y algo más que se me escapa, así que, a tres meses vista, parecía un buen reto para volver a acordarse de lo que era ser un corredor de montaña o, por el contrario, un buen sábado para hacer la donación mensual periódica a carrerasquenovoy S.A.

Así que ya estaba todo listo. Lo primero era saber dónde era la salida: a dos horas de carretera, en Castielfabib. Y la hora: las 6.00. Descartado el despertarme a las tres, -más que nada porque luego me duermo, me pillan doce radares y pierdo el macuto en la salida- la cosa estaba en buscar algo de alojamiento la semana previa a la carrera. Con tiempo. Bueno, con baño y una cama cómoda. Con tiempo también, pero no era lo importante. Badumtchisss. 

El tema logística controlado -ejem- y el de entrenes...pues también, ya que alguna salida de 20 kilómetros llevaba con lo cual era simplemente como si se diera cinco vueltas a aquel circuito. Nada grave. Salvo que se me olvidó poner que no llegué especialmente divino al acabar. Ni mis pulmones, ni mis piernas, ni nada.

Sigue gustándome poner dibujos de Peppa Pig cuando no tengo ningún tipo de imagen para mostrar, así que tomad.

Y para preparar el UTR, además, decidí que venía bien, además de las salidas de media hora por el río lo más rápido que podía (qué mal está haciendo los tramos del Strava, por favor) pues hacer un 10.000 en Catarroja la semana previa. Hacer más monte sería sobresaturarme, que para eso llevo menos de 400 kilómetros en lo que va de año...

Así que pagué...y fui. Suenan las fanfarrias. Sí, puedes releer: pagué y fui. Y vi a Isaac antes de la salida. Y calenté antes de la salida. Y en Benifaió, hace un par de años, hice lo mismo. Pagar, calentar y ver a Isaac y ahí me rompí el sóleo en el catorce. 

Una señal?? Una premonición??. Qué va, era para darle emoción, así que 19.00. Pum. Salida. Curva cerrada. Baja cabeza, que hay un árbol -si es que la cabra tira pa'l monte-. Adoquín. Recta. Primer kilómetro a 4'00''. Luego a 4'03'', 4'06''...regresión activada hasta que la mantengo en los 4'20'' hasta el kilómetro 7,800. Ahí se...os acordáis que vi a Isaac y calenté??.

Pues ahí se cargó el sóleo.

E hizo crack. Y con ese crack se me fue el sueño de hacer algo digno en el pueblo que no conozco a nadie salvo a tres vecinos. Y con ese crack se me hicieron añicos las opciones de acudir al Rincón.

Así que el sábado, a las 6 de la mañana, cuando se dio la salida...había uno que no estaba. Y la víspera, al crack del sóleo, le acompañó otro crack. Y de este segundo crack va a costar mucho más recomponerse.

Así que, bueno...perdón por el retraso :)