domingo, 24 de mayo de 2015

Nos vamos de marcha --> Serra

Y después de las buenas sensaciones de Requena, en la que  a) no ser el último, y b) no llegar de noche ya era un premio, nos apuntamos a la Marcha Cuatro Puertos de Serra que, a diferencia de la del sábado pasado tenía tres puertos menos (bien!!), ochenta kilómetros menos (otro bien!!) y, en su debe, un porrón de avituallamientos menos.

Eso sí, en el precio apenas había diferencia (25 frente a 35 cuando en Requena te daban un chalequito bastante apañado). De todos modos, para allá que fuimos. Despertador a las 6.30. Serra a las 7.30. Entrega de dorsal rápida (sigo sin saber cómo se pudieron complicar la vida de esa manera la semana pasada) y, con ese tiempo que faltaba, pues me fui a apreciar más intensamente el aroma de los pinos. Y luego me lo cargué. Y entonces fui a por la bici. Y de ahí a la salida. Y para llegar a ésta había que subir un rampón. Y entonces me acordé que el miércoles salí a trotar, por fin, cinco kilometrines birriosos y hoy, tres días después, me aparecían agujetas por los cuadríceps. Lo que, en lenguaje cospedaliano serían unas agujetas en diferido, imagino. Y eso, que era una simple cuesta. Que esto no había empezado…y ya estaba atufado.

Y a las 8.30 empezó. Y para arriba. A subir el Oronet. Plato pequeño y a la marcha. Y unos íbamos de marcha y otros a ganar el Tour. Y a éstos, la Guardia Civil tuvo a bien explicarles que esto era una marcha, que no tenían porque ir por el carril contrario, y menos aún cuando hay una bonita línea continua que, bueno, eso…de cajón.

Y se coronó el Oronet. Y tocó bajarlo. Las primeras tres curvas no las hice del todo mal. A partir de ahí, lo de siempre, yo bajo a 40 y la gente lo hace a 60. Y ahí me entra un dilema: si esto es una marcha, ¿por qué los ciclistas que suben se quedan parados antes de las curvas en las que no tienen visibilidad?…básicamente por una cosa: miedo. Nos encontramos con una situación paradójica: unos ciclistas bajando por ambos carriles de una carretera abierta al tráfico impidiendo que otros ciclistas puedan disfrutar de su afición. Aquí aparece un conflicto de intereses que no debería existir. 

Y en éstas, adelanté a uno que bajaba con más miedo que yo. Sé que es difícil, pero…y entonces, como castigo divino, me pasó todo el AlcudiadeVeoTeam, con Alejandro a la cabeza. Y como se acabó la bajada, les cogí rueda. Y entonces se pararon. Y me chafaron el plan. Y tocó pedalear un rato. Y llegamos a la antigua nacional de Teruel. Y pese a que el ritmo no era para nada de persecución, veía como me acercaba a un grupo grande. Y cuando veía que podía quedar muy épico esto de cazarles, me volvió a pasar el autobús del AdVT y me llevaron al grupo. Y el grupo era realmente grande. Enorme. Y delante del todo…un coche de la Guardia Civil con las sirenas. La marcha era neutralizada…



Y pedaleamos en grupo hasta Segorbe, allí el coche metió un poco de gas y se separó todo un poco porque, conviene recordar, que la marcha será neutralizada y los tropecientos primeros irán como motos y para ellos será un fastidio, pero para otros, el mínimo acelerón supone un aymemuero, que no puedo seguir al de delante…Por si hay dudas, yo soy de ésos. 

Así que, a la salida de Segorbe (k30), dejé de ver las sirenas, al grupo y a toda la pesca…vamos, que el que fuera neutralizada la marcha dejaba de afectarme porque yo ya andaba por la zona de grupo diseminada…así que se volvía a activa el modo marcha, esto es, tirar a mi bola en las subidas para que, en las bajadas, me pasaran todos los que había pasado subiendo y cincuenta más (a ojo).

Y el repechito tras Gaibiel y Matet fue interesante, zona muy bonita, normal, estamos en plena Sierra de Espadán…lo que significaba que pronto, muy pronto, nos enfrentaríamos al segundo ascenso puntuable -porque repechitos llevábamos ya unos cuantos- del día: la Nevera. 

E íbamos camino de las dos horas. Y esta vez me documenté y vi que el avituallamiento estaba en la cima del tercer puerto. Y estábamos empezando el segundo. Y agua mucha, mucha…no es que tuviera. Y, en el otro lado de la carretera, un hombre cogía agua de una fuentecilla. Y seguí unos metros. Y le di vueltas. ¿Y si reposto aquí?. El hecho que por delante se viera el grupo neutralizado me ayudó a decidirme…así que di media vuelta y llené los bidones con ese ridículo chorro.

Y media hora después reemprendí la marcha. E iba más solo que la una. Y ponía cuatro kilómetros al puerto. Y luego tres. Y bebí agua. Y sabía mal no, peor. Menudo acierto esta parada, sí señor. Y empecé a coger gente descolgada. Y la rampa del 8% se subió medio decentemente. Y se coronó tras ella. 56 kilómetros para algo menos de dos horas y cuarto. Y se empezó a bajar. Y se dio un porrazo un rider365. Y me quedé echando una mano hasta que vino la Guardia Civil. Trabajazo el suyo. Y otra vez a pedalear. Y ahí me di cuenta de una cosa: que la zona seguía siendo espectacular. Bueno, de dos cosas, que igual me confié demasiado…pero al pelotón neutralizado no le voy a coger en la vida ya. 

Porque tras pasar por Alcudia de Veo. Por cierto, sé que estoy a menos de cinco kilómetros de la Peña Pastor y no me entran sudores fríos, con lo que creo que ya he superado uno de mis miedos. Lo que decía, que tras pasar por Alcudia de Veo y subir su repechín, llega una bajada de seis kilómetros de curveo hasta Eslida. Luego ahí me dejo otra media hora. Y en el tramo del túnel de 150 metros otros diez minutos. Y en el tramo que puedes pedalear sin miedo, porque es recto total, pues ahí me dejo otro tanto porque un Ibiza no tiene mejor cosa que hacer que ponerse a echar marcha atrás. Y la moto que le reprende se pone en el carril contrario…al final va a resultar que bajo como Chavanel pero la situación me impide demostrarlo. Así que sigo bajando a mis 38 de media. Pobret. 

Pobret es que, tras 70 kilómetros, llegamos a Eslida. Y la gente almuerza en Paquita como reyes. Y a nosotros aún nos queda subir este puerto para echarnos algo a la boca que no sean geles o similares. La subida a Eslida no es que sea muy allá…pero se me hace dura porque hace calor, tengo hambre y el agua sabe a rayos. Y ya, ya paro. De todos modos, otros van peor, porque al pobre Alejandro le voy a pasar como si estuviera parado (bueno, estaba arreglando un pinchazo pero es irrelevante)…en fin, coronamos Eslida y comemos. Y bebemos. No sé dónde están los novios, pero eso parece una boda. Plátano y Cocacola. Y agua fresca. 

Y la bajada de Eslida fue…como todas. Bueno, peor, que me salió a 34. En Chóvar, donde había carrera de montaña, por cierto, apareció de la nada la peña de Albalat dels Sorells que compartía camino…así que hicimos grupeta. Pasamos por Soneja en el kilómetro 90. Quedaban poco más de 20 para acabar y, en los repechos, me notaba especialmente suelto de piernas aunque, por otra parte, tenía cero ganas de subir los cuatro terroríficos kilómetros de La Frontera…

Igual que tenía cero ganas de quedarme cortado en la rotonda del Oronet del resto del grupo, pero soy tan tan tan así…que fue inevitable. Así que si tenía pensado descolgarme en la subida…lo consolidaré quedándome ya en TowersTowers. Y mas aún cuando, en el tramo de salida de Estivella, me tocará echar pie a tierra para que pase un coche de la organización que llevaba a un compi herido. Eso sí, hasta allí llego con una decente media de 26 km/hora.

Y previo a la subida, aprovecharemos el último avituallamiento. Bueno, o el segundo. Llámalo como quieras y me atiborraré de gas. Tres vasos de CocaCola y las mismas cero ganas de salir. Pero salí. Porque el coche estaba arriba, más que nada. Pero muy pronto me voy a dar cuenta que la frescura de los repecho previos…se quedó allí. En la segunda rampa se suben piñones y piñones…hasta que no quedan. Y como no lo sabes, te lo cuento yo, las primeras rampas son las sencillas. Las de la segunda parte son las de los porcentajes de dobles dígitos. Las que ya, de por sí, se me dan bien…pues imagina en estas condiciones. Y la cosa todavía tenía más mala pinta cuando me agarro a la única solución que veo. ¿Un coche?…no, que va, un gel. Lamantapla.

Así que antes que llegaran estas rampas no me quedaba nada: ni fuerzas, ni piñones, ni geles…así que solo nos queda un poco de honor y orgullo para salvarlas de la mejor manera posible. Sí, exacto, nos vamos a tirar haciendo eses hasta arriba del todo. El único consuelo es que a la gente le gusta mi maillot. Otra cosa es que sienta deshonrarlo de esta manera, pero bueno, ése es otro tema…

Fotosciclistas estaba por ahí y, evitando la risa, consiguió hacerme esta instantánea...



Treinta y un minutos después se acabó este padecimiento. Luego quedaría llegar al Chaparral, pero eso ya era secundario y acabar la marcha en algo menos de cinco horas, pues también. Estaba ligeramente exhausto y es que, empiezo a pensar, que estas rampas con este calor no me hacen ningún bien.

Llorón :)

El perfil de la marcha es éste.



 Y mis ganas de seguir escribiendo son éstas: 0

Y, entrando en valoraciones, 25 euros por una marcha neutralizada con un avituallamiento sólido y otro líquido en 110 kilómetros es, no sé, para pensárselo aunque, eso sí, el entorno por el que se realiza -el bucle Segorbe-Gaibiel-Alcudia de Veo-Eslida-Soneja es un reclamo para los sentidos- es impresionante en ciertos puntos.

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