domingo, 23 de mayo de 2010

Media maratón asada a Almansa

Allá por marzo (sí, uno de tantos meses en que llovía y hacía frío) el Guille me comentó lo de apuntarse a Almansa, que solo son 4500 plazas y vuelan. Pues nada, nos inscribimos. Faltaba taaanto tiempo. Bien, el día de la carrera llegó. No llegó solo, llegó con un sol de escándalo. Además, llegaba con un Guille mejorando tiempos y un jose (pobrecito, snif snif) en pleno declive -lleva unos 5 años así...- y con menos entrenamientos que Guti en la semana del aniversario del Budha.

Camino para allá, tanteo. ¿Has entrenado mucho?, ¿qué marcha vas a llevar?, ¿me esperarás en meta?...cosas de ésas para no meterle presión y tal. Mientras, una ojeada al termómetro: 29º. Podía ser peor, podían ser 30º. Bien, en Xátiva, ya son 32º. Hurra. Ayuda, además, que el número de nubes en el cielo oscile entre 0 y menosinfinito. Buen día para correr, sí.

Llegamos a Almansa. Aparcamos. Más tarde nos daríamos cuenta que debimos aparcar en LaFontdelaFiguera. Nos pateamos media provincia para llegar a los dorsales. Miramos la lista -nos mandan un mail con el dorsal pero...¿para que leerlo?- y a la cola correspondiente. Son muy graciosos aquí. Resulta que, en la inscripción, debe haber una opción marcada por defecto -y que hay que desactivar- que viene a decir "¿Vas a venir el sábado, cuando falte menos de media hora para la salida?". Todas las mesas de entrega de dorsal sin colas excepto las nuestras. Bueno, así se estresa mi rival y tal y no llegará más descansado. Bien. ¿Egoísta yo?. También, para que engañarnos ;p.

Guardarropía, saludos, lalalalala y a la salida. Somos un puñado. Nos damos cuenta de ello cuando cogemos la carretera -kmo 0,3- y levantando un poco la mirada, ves todo el ancho lleno de corredores hasta el final. Ya nos damos cuenta que no vamos a ganar, ni a llevarnos zapatos (los 100 primeros) ni vinete (del 100 al 200). Por tanto, toca cambiar de objetivos. En efecto: que no me gane. En su defecto: que no me humille.

El primero lo hacemos en 5'20 o así. Parece que no nos hemos embalado en la salida. Bien, quiero una carrera lenta ;p. En el 2 hace un calor que te torras (impresionantes las de la morena del 4 lalalala) y ya nos vamos aproximando a los 5'/kmo, marcheta que seguiremos durante toda la primera vuelta. También nos damos cuenta que solos no nos quedaremos solos en ningún momento. Siempre pasaremos (infrecuente) o nos pasarán corredores (habitual). Los 4 primeros kilómetros son aburridillos, ahí, por la periferia y tal. El cambio brutal es a partir de ese instante, donde pasamos por el centro y, claro, en el centro hay parques, sombras, terracitas y gente tomando cosas -que envidia- y aplaudiendo. De paso, rodeamos el Castillo de Almansa. Impresionante la imagen: el castillo -casi como el de Beselga, oiga- y las escaleras llenas de gente.

Luego queda lo más duro. Pero los 8 eurapios de inscripción, aparte de para organizar esta pedazo de carrera, sirve para sufragar que las despedidas de soltera de la zona se hagan allí, a partir de las 6 de la tarde. Alegran la vista. Y encima aplauden. Cubatas, eso sí, no ofrecen. Después de esto, ya solo queda terminar el repecho y oler la meta. El problema está, claro, en que aún estamos en la primera vuelta. De momento, la táctica va bien. Tengo al Guille controlado. Pasamos el 10 un poco por encima de los 51' (creo...a saber qué estaría mirando). Y el primer paso por meta se hace en 53 y pico.

Empezamos la segunda vuelta y es buen momento para ahogarse con la glucosa. Por momentos creo que me tomé hasta parte del envase. Y no solo lo de dentro, precisamente. ¿Torpe?, nada nuevo bajo el sol...y nunca mejor dicho. Ahí el Guille empieza ya a atajar subiéndose a las aceras (uh, fuera fuera). Ahí ya sé que no me va a ganar. Puede atacarme, irse, puedo reventar y llegar en 2h30, pero se ha subido a la acera, ha atajado, es ilegal. Ha quedado claro por ahí arriba que soy egoísta y torpe...no esperarías que fuera deportivo, ¿no?.

Bueno, sigamos. Lo bueno de los recorridos a dos vueltas es que sabes lo que te queda. Lo malo es, precisamente, lo mismo. Los 4 primeros kilómetros a pasarlos como buenamente podamos, con un solaco de escándalo, hidratándonos bien y tal. Luego los dos kilómetros que te lleva la gente en volandas a base de aplausos y ánimos. La vista del castillo. Otro oh. La vista de las despedidas. Oeoeoeoeeoeoeoeoeoe. Y el joio repecho del 18. Pasito lento y constante, que hay que llegar vivos arriba para apretar cara a meta. En el 19 vemos que estamos por debajo de 1h40. Ahí el Guille ve que puede volver a bajar marca (Gebreselassie, estás acabado) y apretamos. Sorteamos a un doblado -literal-, kilómetro 20 (por debajo de 1h45), kilómetro 20ymedio y nada, un esfuerzo que llegamos. Y nada, pues eso, que llegamos con 1h49'38'' oficial y con 1h48'47'' reales. Así que ganamos todos, el Guille se hace con su nuevo récord y el jose se mantiene como el más rápido en las comidas familiares. Oeoeoeoeoeoe (obviamente, es más corto que el de las despedidas ;p).

Si es que ya lo dijo mi madre: "¿21 kilómetros?, bah, eso no es ná"

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