domingo, 20 de febrero de 2011

Zarzeando al peristeri...

Después de vivir de rentas el blog éste con los recuerdos del GR-1o durante más de un mes; en el que, como cosas destacables, me hicieron un robado en el Galápagos (oeoe) y el trauma me ha diagnosticado una bonita periostosis (peristeri para los amigos) tocaba hacer algo...y hacer algo ya!!.

Pues venga, que estamos a domingo y el despertador hace de las suyas. El despertador es una persiana supermalbajada que deja pasar el sol. Los días nublados o lluviosos, me cuesta más levantarme. ¿Qué se le va a hacer?. Pues yo, por mi parte, nada. Esa persiana no se toca...por si se rompe, más que nada. Son las 8 y pico, en pie. Ar.

Así que, rápidamente, pillamos un maillot de los chinos (paso de hacerme preguntas acerca de su etiqueta de Made in Italy, la verdad) de ésos que me quedan como un guante -fin de la autopromoción-, las Cascadia que me regalé por Reyes al ser tan bueno y nos vamos, ya son las 10 pasadas, a Serra. Paso de definir que es rápidamente para mí.

Salida en la Font de Deula, subimos al Pla dels Ermitans y tomamos dirección hacia la Cruz del Sierro. Nada nuevo, no??. Lo novedoso es cruzarnos con Paco -el Xufero-, ese ángel de la guardia que, en Ares del Maestrat, permitió que acabara el TME. No voy a decir que me dio vaselina y tal, porque luego la gente que no corre piensa mal y es un rollo; del mismo modo que tampoco voy a decir que el hombre iba con buena cara, pese a que iba dirección al almuerzo. Bromas aparte, nos citamos en el MaMoVa si nuestros dolores lo permiten.

Mientras Paco está degustando el almuerzo, engañamos un poquito pequeñín al peristeri y trotamos en la bajada del Pla. Buscamos la Cruz del Sierro. Coronamos. Le quitamos al fore eso de la parada automática...es que llega a desmotivar eso de estar subiendo y que el trasto se pare porque vas tan lento. Ufff. Buenísimo para la moral, sí.

El objetivo del día, de verdad, es caminar y evitar dolores...y buscar una senda que hay al pie de la bajada -que hacemos trotando oeoeoe- de la Cruz del Sierro. Es innecesario decir que no la encuentro. Sí, ése soy yo!!. En su defecto, aparece una senda escondida a mano derecha que, tras una retahíla de zarzas, espinas y demás cosas de clavar que nos lleva a una pista. Pista que no he visto en mi vida. Y nos lleva a otra senda que tampoco he visto en mi vida. Los 3 kilómetros de senda tienen final al otro lado, pues son de éstas que están marcadas con postes para evitar que entren bicis y motos...así que tiene salida. De todos modos, no es necesario estos postes porque la senda, en su primera parte, es un continuo de zarzas, espinas y otras cosas de clavar que dejan las piernas la mar de bonitas. Lindísimas, sí, ahí, con su sangre y tal. Vamos, que tanto zarzal le quita ganas de ser visitada/pateada. A mí, que no me esperen por ahí en un tiempo. De todos modos, el paisaje, cuando no te clavas cosas, está bien...para hacernos una idea, estamos por detrás del peñasco que hay tras la Font del Poll. Tras otro montón de zarzas -felicitar a quien las distribuyó tan equitativamente- llegamos al final de la senda. Benditos postes...sin zarzas, eso sí.

Ahora toca una pista ascendente que nos llevará al GR-10 (que recuerdos, snif) una vez pasada la Font del Poll. Ahí seguimos la pista hasta Tristán y bajamos por la Gota. Hay aparece Lula, una perra que sale a verme y juguetea la muy c*br*n* a ponerme la zancadilla. Encantadora, sí. A lo tonto -como siempre- todo este trozo lo hago trotando. Luego subimos al Berro, andando, sí. Un poquito de agua y cogeremos la senda que nos sale a mano derecha (marcada con los famosos postes) que nos llevará no sé dónde.

Y nos llevará a ese sitio tan específico porque la senda llega un momento -tras subir un tramo empinadillo casi a gatas pues las ramas de los pinos digamos que ocupan toda la senda- en el que se bifurca...si cogemos la bajada, iremos directos a la Font del Marge y luego subiremos por la Cartuja o, si cogemos la subida, no sé dónde iremos, porque ni idea de dónde acaba. Llegamos a la bifurcación y cogemos la opción subida. Brillante. Sabia decisión.

La opción subida es brillante y sabia decisión porque...es una senda circular (vamos, que baja), que nos vuelve a dejar al pie del tramo empinadillo que hay que subir casi a gatas blablabla. Brillante otra vez. Para evitar ser BillMurray dos, en el cruce, ahora sí, cogeremos la opción de bajada.

Por tanto, bajamos al Marge -aquí ya pesan las piernas-, nos bebemos media fuente y para arriba. La pista de la Cartuja. Bonita pista. Sí. Nada dura. Que va. Nada irónico. Que va. Mira, otros postes cierrasenderos...a ver dónde va. Bien, va donde queremos, que es la senda que baja del Mirador de Mireia a la Font de Deula. Que tocho. Así que acabamos ya. Uy, mira, 31 kmos después, ahí está el coche. Y si subes el Alt del Pi y una tontería en el Castillo...voilà, III MIjC realizado. Aysss

El track está aquí y el perfilucho es esto


domingo, 16 de enero de 2011

GR 10Xcoba: Si yo tuviera una escoba...

...pues sería un escoba con escoba. Y si viera dibujos animados, pues me encantaría Scooba Doo. Y ya, ya paro.

¿De qué leches estás hablando?, ¿cómo de cargado estaba el último cubata?...cosas así es lo que ahora mismo tienes que estar pensando. Así que, en un parrafito, vamos a ver si somos capaces de ubicarte...o de que apagues el ordenador. Hay dudas.

Papa Noel, muy majo él, me dejó una periostitis (peristeri para los amigos) de regalo. No se puede devolver. Maldición. La inscripción al GR-10, por el contrario, sí. Así que el día de Reyes estaba con periostitis y sin GR. Con lo bien que estaba el 24, en la situación opuesta. Entonces, Manoli me dijo..."quieres hacer de escoba en el GR??". Y yo, "uhmmmm, vale vale" (el uhmmmm sobra, no me costó tanto decidirme). En fin, como no me exigieron experiencia acreditada (alguien que se pierde tanto como yo va a guiar al furgón de cola por la noche?? lalalala), acepté. Que Dios les coja confesados...

Sábado 15 de enero 6 de la mañana, en Puzol, se oyé un "mariquitaelúltimo"...y 200 corredores salen disparados hacia La Pobleta. Está solo a 93 kilómetros. Así que tanta prisa alguno nunca lo terminaremos de comprender. Plácidamente, a la misma hora, el jose sigue durmiendo.

Esto lo digo porque, si alguien de l@s que corrió lee esto, igual le da un poco de envidia. Y es que es eso, exactamente, envidia, lo que sentí viendo a los corredores salir del control de Gátova buscando, unos 50 kilometrines más tarde, la gloria de acabar el GR. Y encima con el día de lujo que les hizo. No tenía mucha pinta que se fueran a encontrar neveros, no...

GR 10. Kmo 44. Gátova. Paco (organizador) me informa que a eso de las 2ymedia vendrá el escoba con el cierre de carrera y nada, que esté preparado. Así que mi sistema exclusivo de preparación me lleva al banco en el que están Javi, Luisa y Miguel, para charlar un ratín a ver cómo les va y tal. De momento, de los dos primeros, salen dos piernas útiles, así, diciéndolo finamente. Cremas, vendajes...pero vamos, si han llegado a Gátova, el GR no se les va a escapar. Sufrirán un poquillo, pero lo harán (es que sino, no saldrían ;p). Con un "espero que no nos veamos", retoman la marcha. Al rato, Jose (bonito nombre) se me acerca y me deja un mensaje en clave "me llamo Jose y nos vemos en un rato". Lamentablemente para mí, PazVega no vendrá a decirme nada parecido. Ays. Volvamos a la carrera, luego será Josep el que salga. Y ya solo queda, junto a los que están desmontando ya el avituallamiento, la pobre víctima a la que le va a tocar aguantarme un rato. En efecto, cogiendo números para ser beatificado, aparece en escena David. Conociéndome, obviamente no nos presentamos hasta que llevábamos una hora o así...

Así que con un hasta luego a los allí congregados comienza, para él, la segunda parte de la carrera y para mí, mi particular GR-10Xcoba. Para caer bien, le digo que lo primero que hay es una subida de narices. Y de hecho, está ahí la subida. En un momento la acabamos. Es, junto a la bajada previa al Montmayor, lo único que voy a acertar del recorrido. Vamos, cada vez que decía que iba un tramo llano, pues iba uno de toboganes; cuando la subida no era muy dura, pues aparecía una pared; que la Bellida era la montaña de la derecha, pues era la de la izquierda...en fin, un desastrillo. Mientras charrábamos, recogíamos señales y algunos se quitaban espinas de los pies (ya no hay ultrafondistas como los de antes), los kilómetros iban cayendo con una frecuencia de unos 10 minutillos lo que nos hizo coger en un primer momento a Josep que, en cuanto oyó nuestros temas de conversación casi pilla al Juan Antonio Ruiz, y posteriormente a Jose.

Por tanto, pasábamos a ser tres y los kilómetros seguían cayendo. Estábamos en el tramo más largo de la segunda parte, el que nos llevaba al Montmayor y la marcheta era buena. Estimábamos que estaríamos con 45 minutos de adelanto. Oeoeoeoe. Además del ritmete, la armonía reinaba en el grupo. Iba armado con diez postes de esos que marcan la dirección de la carrera, de los cuales, cuatro estaban afilados con lo que podía cargarme hasta un vampiro. Así que eso, reinaba la armonía porque yo lo decía.

Después de acertar la subida dura de Gátova, iba a acertar el segundo tramo en 18 kilómetros. Mi experiencia estaba más que demostrada, por tanto. Y ése no era más que la senda que nos llevaba hacia el avituallamiento del Montmayor. Ahí, de paso, se nos hizo de noche. No porque fuera peligrosa, no, sino porque a las 6 ya no se ve. El invierno y esas cosas, es lo que tiene. Cogemos los frontales. Dos maravillosos y flamantes Led Lenser que teníamos David y yo. No alardeábamos, no, que vaaaaa...en contraposición, Jose llevaba el que le había dejado su hija. Nos gana, por lo menos, en sentimentalismo.

Llegamos al Montmayor. Me quito de encima las 712 señales que he ido cogiendo a lo largo del recorrido. Hacemos cálculos, clavado: 45 minutos de adelanto que para no tener mucha idea del trayecto. Así que podíamos haber estado ahí 45 minutos más departiendo con Verena (flamante rival en Chiva...ahí sí que nos faltó solo tirarnos piedras, que adelantamientos...ni el Rossi con el Lorenzo, oigan), sus compis o los padres de David (menudos fans se gasta el amigo...;p) pero, claro, el deber nos llama. Próxima parada: Sacañet.

Tras seseintaytantos kilómetros, la noche es cerrada y clara. Mirando al cielo, con cuidado eso sí, de no confundir a los aviones, se observa un cielo despejado y cantidad de estrellas. Nos habríamos deleitado más observándolas, pero nos quedan 30 kilómetros y el frío, por momentos, empieza a ser interesante. Por no decir de c*j*nes, se entiende. Seguimos a la marcheta y Jose empieza a enfrentarse a lo desconocido. Los 63 (más los cuatro que hizo gratis, aysss) de Botamarges es su límite. El Gr-10 -tras su abandono anterior- es su espina clavada. Por tanto, seguimos acumulando kilómetros y él, descubriendo sensaciones nuevas...lo que vulgarmente se conoce por qué me duele cuando llevo 70 kilómetros?? y 75?? y 80??. El tramo hasta Sacañet -joer, lo hice ayer y ya no me acuerdo- es una parte inicial de senda en subida en la que se nota que pesan los kilómetros a la que le sigue otro tramo que te acerca, por primera vez, a los mil metros sobre el nivel del mar.

Este año se curraron lo de quitarnos el viento. Además, se han currado lo de las lucecitas. Por tanto toca coger las señales y las lucecitas. Paso de ser el escoba a un p^t* gusiluz. A esto hay que añadirle, además, que los de Sacañet son unos cachondos: da la sensación que conforme más te acercas, más alejan el pueblo. Mira, ya estamos en Sacañet (se confirma que es más fácil escribirlo que hacerlo). Vamos a entrar en la zona de avituallamiento y, porque lo valemos, nos vamos a hacer ese kilómetro en 40 minutos. Toma ya. Y no hacemos 50, pues mira, porque el partido de la tele era un Espanyol-Sevilla...

Y tampoco creáis que hay muchas ganas de salir. Se dan cuenta que me hago el remolón...bien es cierto que nadie era el primero que decía eso de "salimos o qué?". Nos enteramos que alguno ha acabado en Bejís. Lo que nos faltaba, que la gente vaya dando ideas para próximos GR's. Miedo me da, por tanto, que modifiquen el trayecto para adecuarlo al que, unos kilómetros más adelante, hicieron las portuguesas. ¿Hablo en clave?, puede ;p.

Salimos de Sacañet ligeramente destemplados. O congelados, como queráis llamarlo. Nos quedan 18. Vamos a subir la Bellida, que es el punto más alto y bajarlo. El ritmo, con el paso de los kilómetros, ha bajado. Jose nota ya la sensación del 80. Tremendamente placentera fijo, lástima que el frío reinante le haga mostrar la cara impasible. El ascenso es tendido en la primera parte y luego hay un par de tramos en los que la pendiente se inclina más. Lo cual, dicho sea de paso, no nos viene bien. El gps nos sitúa en 1150, 1200, 1250 metro sobre el nivel del mar...paso a paso, seguimos. No nos queda otra. Hace mucho frío para pensar, siquiera, en parar a descansar un ratito. Implanteable, por otra parte.

Coronando la Bellida, nos viene a recoger un compi de la organización, nos acompaña un kilómetro y aunque no podemos ofrecerle conversación interesante (conforme cogemos altitud parece que se taponan los oídos y nos volvemos más rancios ;)), su ayuda, solo por estar ahí, es de agradecer. Ahora sí, tenemos la Bellida hecha. Toca bajar. Buscamos a Canales. En el banquillo del Madrid, dirán los merengones. A dos kilómetros de bajada, nos dice el mapa. Haremos caso a éste.

En Canales solo hay dos personas de la organización, el nuevo escoba y los padres de David. Hacemos una reunión privada de escobas y acordamos que siga yo hasta meta. La versión oficial es que les he cogido cariño y en paz. Por tanto, seguimos. Diez kilómetros y meta. Incluso un poco menos. Un par de subidas con 85 kilómetros en las piernas y acabamos. Como estamos hasta las narices: nosotros de caminar y tú de leer...nos vamos a ir a Andilla, directamente. Con temperaturas bajo cero, para añadirle heroicidad. Tras un tramo de descenso en el que parecía el supermariobros (lalala), saltando riachuelillos y pasando sobre plataformas con forma de palé llegamos a Andilla. Tras coger luces y postes...me niego a coger, pese a las solicitudes de mis compis, un caballete indicador. Claro, y ya puestos, cojo un poste del GR. Ays. Abandonamos Andilla. Queda un kilómetro.

Además, lo van a tener fácil, el tramo final se ha modificado y las posibilidades de pisar el agua del río son pequeñas. Más que nada porque pasamos por un puente y para mojarse uno los pies habría que caerse de él y, claro, no tenemos intención de hacerlo después de todo el tute. Ahora bien, los pies no te los mojas pero en el debe, pues nos ponen otra subida. La última. Jose, llevamos 92 kilómetros y te aseguro que ésta, sí, de verdad, es la última. Y una vez arriba, vemos la meta.

Y no solo eso, sino que la meta está abajo. Bajamos. Recordáis, a las 6 de la mañana, cuando estabáis en Puzol???. Toma ya. Toma ya. Toma ya. Un toma ya para cada uno de nosotros. Un aplauso de toda la gente que había allí. Una medalla de finisher (yo no sé que haré con la mía, igual la parto por la mitad, ays) para recordar que un día, porque sí, atravesastéis la provincia de Valencia porque os apetecía, sin más motivo que ése.

Y todavía nos sobró una hora. Lástima que no hubiera un pub como en Catí...Bueno, la fotito de rigor nos la hicimos en meta

David (finisher), Jose (Xcoba), Jose (finisher) del Gr-10

Y éste es el track del GR-10xcoba. Y ahora, el mapita:


jueves, 6 de enero de 2011

Regalito de reyes...

Aunque bueno, más que de Reyes el detalle lo tuvo el gordo c*br*n de rojo en la sansil de Utiel, poniéndome primero un frío de c*j*nes -bueno, y del resto del cuerpo también- y, una vez entrado en calor, una cojera con nombre de equipo griego de baloncesto: periostitis.

El p*t* equipo griego**, pese a todo, me ha permitido correr la sansil de Valencia con molestias; iniciar mi streakjoser particular (el rollo americano ése de correr, por lo menos, una milla cada día, pero adaptado a mis circunstancias) con molestias, salir a entrenar por Santo Espíritu con molestias -eso sí: estaba hecho un pincel con mi maillot nuevo del Lampre, tan contento, tan gordito- y, hoy, pedalear con molestias cuando subía un miserable puente de tren. C*ñ*...si hasta salí un domingo a las 10 y media de la noche a hacerme los 4 kilometrillos de rigor!!.

No está relacionado, pero el p*t* equipo griego** también ha estado conmigo estos días de vacaciones -oeoeoe- en los que me he dejado las llaves puestas -y yo fuera, por supuesto- (por favor, que al cerrajero no le falte faena, ay), me han empastado otra muela o hasta he aspirado la casa. La tontería la llevaba de serie, a lo de la limpieza no le encuentro explicación (¿¿??).

Con todo esto que digo: que el p*t* equipo griego** me deja (alguien tiene que ser el cupable y no me apetece que sea yo) sin GR10X. Lo del título, por tanto, irónico a más no poder...ays.

¿Y ahora qué?. Pues recuperarse para sentir lo que viví en los dos últimos kilómetros de Chiva...la dulce, y bonita y bastante complicada de narrar y todo lo bueno que se te ocurra, sensación del "ya estamos aquí".

** Lo de p*t* equipo griego va por el Peristeri. Igual hasta ha desaparecido pero, en fin, no me interesa.

viernes, 24 de diciembre de 2010

Mira, no hablo de corredurías!!!

Y entonces...¿de qué hablo?

Pues no sé.

Bueno, aprovechad y pegaros ahora unos buenos atracones...que tenemos el resto del año para quemarlos.

lunes, 13 de diciembre de 2010

Carrera Sierra de Chiva o pufffffmemuero

Un día después, los recuerdos de esta carrera son algo dispersos. Sé que me duele todo, el parte de bajas va desde todos mis músculos cargados (y es posible que, por solidaridad, alguno tuyo también), rasguños, algún que otro corte, tres uñas con las que homenajearé a Marilyn Manson y unas terribles ganas de ir a trabajar esta tarde. De fregar las sartenes...ni te digo. Mamá, hoy ceno en casa...

Siempre digo que lo más difícil en estas carreras es apuntarse. Una vez inscrito, solo tienes que correr para acabar cuanto antes y ponerte a descansar y pensar quién me mandaba a mí, perjurar que no haces otra de éstas, blablabla. Así que, como yo, nos juntamos en la salida un@s 200 loc@s. Unas palabritas en la salida con Manoli, con las hermanas Rovira y con Francisco (Ashaman), con el que, en una comparación cristianacatólica blablabla, sin quererlo ni beberlo me convertiré en la luz que ilumine su camino. Oh, añado.

Las 7. ¿Estamos todos?. Ni idea. Pum. Empezamos. Callejeamos, salimos de Chiva. ¿Qué nos espera ahí fuera?. Ni idea, no se ve. ¿No te dije que eran las 7?. Ays. "Mira, por ahí volvemos, que es un sendero marcado con luces intermitentes". "Uy, ¿y ponen las luces ya?". En efecto, gritos de atrás...."que es por aquí!!!". Podemos correr 8 carreras o 800 pero las luces parece que, al repartirlas, alguno estaba jugando con una pelota o algo. Ays. Reculamos. Cogemos la senda. Ostras. Momento lío. Ahora bajan los primeros por la misma senda diciendo que por ahí no es, que volvían a la carretera. Ufff. Nada, es por ahí. Subamos. Nada, la culpa del coche de policia, ya que abría carrera, tendría que haber subido el 308 por esa senda (risas). Ya no hay coches de policia como los de antes ;p. Insisto, es un chiste, espero no ser detenido por esto. Por la falta de gracia, sí, lo entendería, pero nada más.

Volvamos a la carrera. Llevamos un kilómetro y un párrafo. La descripción, ni de coña, será tan exhaustiva. Los primeros kilómetros son ascendentes por pista y un poco de senda. Sigo iluminando a Francisco y, para mis adentros, espero que salga pronto el sol y haga camino porque me va a reventar. Vamos, he preparado esta carrera con una salida de 28 kilometrines y una subida al Espadán, así que voy supermegasobrado. Mira, que rápido he acabado con la preparación. Mira, ya sale el sol. Francisco, dimito como foco. No sé si me oye, zuuuuuuum, ya está a 200 metros.

Bajamos un tramo interesante de pista. Perdón, bajamos una p*t*d* de tramo de pista. En efecto, ahí veo la señal del kilómetro 55. Pufffff. Abajo, el avituallamiento. 9,5 kilometrines en algo más de una hora. Bien, la cosa pinta bien. Sigamos. La carrera deja la pista y pasa a la senda. Ésta se llama "Malos pasos". Terreno irregular, inclinado, fangoso, inclinado, muy inclinado. El nombre le pega, sí. De momento vamos frescos, en un grupete y subiremos sin muchos sofocos, la verdad. Una vez arriba, se crestea y nos tiraremos para bajo en una senda algo complicadilla por la humedad, que deja las piedras un poco fresquitas y, sobretodo, resbaladizas. Acabamos "Malos pasos" con buenas sensaciones. Nos plantamos ya en los 15, llevamos una cuarta parte y unas dos horas. Por aquel entonces, los kilómetros salen por debajo de los 8 minutos con lo que la cosa va bien, francamente bien. Ya se j*d*r'*, ays.

Aquí, por arte de magia, ya me he quedado solo. Iré el 80 o así, eh, no penséis que voy a ganar o algo (si lo pensáis, os remito a la preparación que llevaba, que no superaba la línea). Que, por otra parte, es lo que prefiero, ni me agobio siguiendo al de delante, ni me estreso evitando que me coja el de atrás. A mitad de la divagación, en Castellón, dan la salida al maratón. Un pensamiento para ellos. En fin, sigamos. Ahora nos enfrentamos al tercer ascenso: la senda del Rincón de la Campana. La primera parte de la senda es entre bosque de pinos también con un poquito de inclinación. Como todavía estamos frescos -y solos- se hace bastante bien, sin momentos de agobio. Saliendo del bosque pasa la cosa tonta de la carrera. Y es que se ve una llanura y la diviso de izquierda a derecha, nada no se ve camino. Digamos que si fuera un reloj, empiezo mirando desde las 8 hasta las 2 y nada, vacío. A las 3, ahí está, una rampa del 19%. Fin del momento chistoso. A subir. Por ahí, además, está Manoli. ¿A las lectoras del blog se les pasa?.

Bueno, está ahí delante, otra cosa es que tarde veinte minutos en cogerla, pero ése es otro tema. Coronamos, bajamos por otra senda enfangada y resbaladiza. Manoli se alegra de verme. "Paco", "Paco" grita sin cesar. Parece Penélope llamando a Pedro. "Paco te odio". En efecto, a las lectoras de blog no se les pasa si tienes miedo ;p. "Quién es ese Paco??" pregunto (sin ganas de estar en su lugar). El que ha diseñado esto, me responde. Y yo, ah vale. Paco, te quedan cuarentaypico kilómetros de vida. Disfrútalos ;p.

Viendo el gps, sé que del kilómetro 20 al 21 (ya dije lo de los recuerdos dispersos), se sube algo con un 10% de desnivel, pero como no sé qué es. Pues paso de puntillas sobre el tema. Bueno, ya tenemos una tercera parte hecha. 21 kilometrines en menos de 3 horas. Andaremos sobre las 9. Bien, está bien. Lo firmo.

En el dorsal, tenemos el perfil serigrafiado. Aunque siempre nos queda haber preparado un poco la visualización mental de la carrera y tal. Paso, por supuesto. Así me va, añado. Bueno, ahora toca ya una subida respetable. La de los Cintos de Charnera. Antes, habrá un paso complicado por una senda que se saldará con una culada -doy gracias, que solo fue un tropezón, que la senda tenía terraplén de regalito- y un corte en la mano. Ahí, al tiempo, me doy cuenta que tengo uno en la rodilla. Pues no sé dónde me lo he hecho. En la rodilla. Pues no sé en qué lugar de la carrera me lo he hecho. Mejor, ahora sí queda de pregunta sin respuesta...

Nos ponemos a subir los cintos éstos. ¿Por qué les llamo así?. Pues porque son, para mi gusto, lo más duro de la carrera. Senda ascendente sin descanso, con alguna cuerda por ahí para que puedas subir y no te quedes abajo, incapaz, llorando...y todo eso en menos de un kilómetro. No sé una vez arriba, ligeramente desorientado, el gps pita, tras unos 300 metros de cresteo -llano- y marca el kilómetro en 19 minutos. Se acabó el sueño de los 8 minutos de media. Nos acercamos, terriblemente a los 9. Seguimos cresteando al tiempo que nos deleitamos -y así recuperamos aire- con las vistas. Esta será la última vez que saque la cámara para hacer una foto. Empiezo a notar, por tanto, que estic fet merda.

Control de dorsal, voy el 83. Oeoeoeoeoe. Quedan treintaypico kilómetros, ohhh. Sensaciones encontradas. Bueno, vamos a bajar y a enfrentarnos al terrible Yerbas. Terrible por la altitud, más duro que esto (los cintos), seguro que no es. Y si alguien pensaba recuperar en la bajada, que se lo haga mirar. Nuevamente, una bajada resbaladiza, enfangada blablabla. No hay culadas pero sí mucha precaución. El Rincón de Blanca, se llama la senda. No será por el color que te deja la ropa, creo. Una vez abajo, avituallamiento. Todos los avitualladores llevan ponchos y tienen una caseta de la que sale humo. Nosotros echamos humo y queremos ponche o lo que sea.

Parte II. Para a beber agua, va.

31 kilómetros. 4 horas y media. Buscamos el Yerbas. Al principio por pista con una capa de alquitrán. Luego, por senda, luego por un poco de pista. Ahí doy caza a la cuarta fémina. La subida al Yerbas es de gps (vamos, mirando la altitud y sin sulfurarse). Esto es, hay que subir a milypocos metros. Así que despacito y buena letra, pasito a pasito y tal. Después de los cintos, no estamos para hacer demostraciones. De hecho, nunca lo hemos estado. Se sube cómodo, llegamos arriba. ¿Cómo voy?, ¿cómo voy?...el 68. Y ahora sí, toca una bajada seca, que ya es algo. Solo con eso me conformo. De la bajada tampoco recuerdo mucho*. Es como cuando sueñas, que uno está tan bien que no sabe lo que ha soñado. Pues después de todos los marrones que llevamos en estos 40 kilómetros, en éstos tres de bajada la mente se toma un descanso.

*Rectifico, en el tramo de pista, vislumbro, a lo lejos, mi casa...La Mola de Segart. Sigo fet merda, pero paro y hago la foto. Ahora sí, vuelvo a no recordar nada. Y a no sacar la cámara más, palabra.

Solo sé que volvemos a la pista alquitranizada y ahí me encuentro a Javi, completamente destrozado muscularmente. Caminando desde el Yerbas, pide un coche. Ya han dado el aviso, pues más abajo sube una chica de Protección Civil. Por cierto, pienso hacerlo al final, pero la labor de Protección Civil es de diez durante toda la carrera. Animando, en los cruces, de todo. Perfecto, gracias chic@s.

Volvemos a la carrera, nuevo avituallamiento y nueva subida. Veo el dorsal y queda ésta y el muro del 55 (j*d*d* pista!!!) y algún que otro repechín. Pues esto van a ser tres kilometrines al 12%. Vamos, un dolor de piernas de narices, traduciendo al castellano. Ahí empiezo a notar que las piernas están compuestas, entre otros, por unas cositas llamadas músculos que me están recordando que llevaba un tiempo sin hacer fotos por algo. En efecto, por eso mismo. La subida es bonita, pero después de 6 horas, yo ya no quiero recrearme con las vistas, solo quiero acabar. Arriba voy el 64. Puf, que alegría...es que siguen faltando 20 kilómetros ;p.

Bajamos nuevamente. Otra senda seca. Vamos para abajo. Aquí se nos cae un compi. Le decimos que no hace falta que llame la atención, que si quiere que paremos, paramos...pero que no hace falta que llame la atención de esa forma, ays. Obviamente, es debido a que todo se arregla con chapa y pintura: un corte y unos calambres. Seguimos. Hacia abajo, las piernas no duelen, lo que molesta es el tronco, la parte alta. No sé, voy a 150 pulsaciones y tengo ganas de andar. Pero si ando, tardo más, así que troto lastimosamente que también vale. Esto lo aprovecha la gente élite para cazarme, oh. En efecto, la cuarta fémina y el primer local me cogen en el avituallamiento de La Máquina. Se llama así el avituallamiento, no me refiero a mí parando a comer, eh. Aunque bien pensado...

Sigamos. Comparto toda mi sabiduría con la chica. Te queda la subida del principio y a meta. En efecto, es un modo encubierto de decirle, anda, vete y déjame en paz que no puedo ni con mi alma. La chica es maja, no se va. Yo no lo soy, en cuanto puedo trotar, troto algo...total, me va a coger cuando quiera. Un par de repechitos y nos plantamos en la última subida (o primera bajada). Mecawenthemilk!!. Morirme quiero para estar tumbado. Afortunadamente, el cielo se ha cubierto. Otra cosa es ésa, nos ha hecho un tiempo de lujo, en pleno diciembre para hacer la animaladica ésta. Así que, como con Protección Civil, agradecemos a Maldonado el tiempo que nos ha hecho. Bueno, estábamos subiendo. Puf, uf, puf, uf. Seguimos. Puf, uf, puf, uf. Coronamos. Puf, uf, puf, uf. Avituallamiento. Y ahora a trotar. Jajajajaja. Trotar dice. Jachondo.

Lo que queda hasta meta, bueno, hasta dos kilómetros es lastimosolamentable. Lo que queda es bajada excepto un repecho, pero es que ya llega un momento en el que no puedo ni trotar cuesta abajo. Y mientras, coincido con un chaval de Benetúser, del pueblo de al lado, vamos, y me cuenta que ésta es su segunda carrera de montaña. Madre de Dios. Bueno, yo sigo muriéndome, la cuarta me vuelve a pasar. La pista se vuelve senda, le vuelvo a pasar. La senda se vuelve pista, me vuelve a pasar. Quedan 20 minutos de carrera, me lo dice...es un trote de 20 minutos. No puedo. Ahg. Sí puedo, pero lo que hago no es trotar. Bueno, andar tampoco. No sé qué hago, pero me muevo. Cogemos el asfalto. Queda nada, queda una senda, quedan dos kilómetros y me sigo moviendo.

En el asfalto hay una charanga, oyes la música, te animan, cambias el ritmo y todo, joer. Hago 100 metros que ni el Bolt ése. Se acaba la charanga, se me acaban las fuerzas. Oh. Empieza la senda. Jose, lo que has hecho en 62 kilómetros no lo estropees ahora. No lo estropeo, llego a la carretera. Ahora empiezo a pensar lo que estoy haciendo. Es mi blog, así que voy a ser j*d*d*mente egoísta -es que voy solo y tal-, estas sensaciones no son iguales al día ése que me pasé de turismo por Albocàsser, ni a las dos flamantes victorias en el MIjC (autobombo...de paso, si has llegado hasta aquí, vota en la encuesta majo/guapa), ni a coger el primer bus del GR o yo que sé. Esto ha sido terriblemente duro y lo estoy disfrutando el último kilómetro, bajo ritmo, controlo emociones...que no es que me vaya a llorar y tal, pero bueno, por si acaso pienso en chucknorris y se me acaba la tontería.

Ahora solo queda llegar. Pancarta de un kilómetro, el ritmo cada vez más bajo. O ponen otra vez la charanga o no subo el ritmo. Pues nada, a la marcheta, el objetivo es no parar. Cruzo calles, pasan metros, aplausos de las terrazas, de la gente, puño cerrado, gracias, lo siento, no parar es lo único que os puedo ofrecer, vallas, meta, mi nombre, crono parado. 9 horazas 8 minutejos y 25 (sin rima fácil) segundejos (por debajo de los 9'kmo jijiji).

Reflexiones: estoy muy cansado. Esto es muy duro. Las sensaciones al acabar son maravillosas. Una carrera de éstas lo vale todo por lo que sientes en el último kilómetro (siempre que no sea una subida de morirse ehhh). Estoy muy cansado. El tendón...¿qué tendón?. Ahora toca pensar en la próxima. O descansar. O no sé. Estoy muy cansado.

Agradecimientos: a todos los que han hecho posible esta carrera, esto es, al Club La Marjana de Chiva, al CXM València (Manoli, sé que no me volverás a hablar, pero hay que darle las gracias a Paco!! ;p), a toda la gente de Protección Civil, al mogollón de gente que se ha tirado un montón de horas en los avituallamientos y cruces (el primero llegó en 6horas y cuarto!!!)...a todos, gracias, sobretodo, por volver a sentirme corredor de animaladicas de éstas ;p

El perfil es éste tan molón de aquí abajo, y el track, pues le das al enlace y...voilá



lunes, 6 de diciembre de 2010

Subidita al Espadán...

Lo juro!!, que yo iba hacia Beselga o a Segart, a hacer el último largo antes de Chiva (salir a la montaña ya lo considero largo, qué se le va a hacer) y, de repente, aparezco aparcando en Almedíjar.

Y es que el problema de coger la autovía es ése: que te da por pensar. Y piensas, esto lo tengo ya muy pateado, ¿por qué no vamos a otro lado?...y el otro lado está ahí, unas cuatro o cinco salidas después. Así que, una vez en el otro lado, vamos a intentar subir al Espadán. ¿Por dónde?...por ahí. Luego, en oposición, está la versión que defiende la prensademadrí, y es que me voy lejos porque así empiezo tarde y corro menos, pero vamos, son minucias a las que no hay que hacer caso...

Haciendo un poco de historia recordamos que en el Maratón del Espadán, coronas el pico, bajas una senda, coges una pista, pasas por el Alto de la Mujer (aquí la Aído no ha metido mano todavía, parece...) y luego la senda de Almanzor. Dicho así, parece fácil. Pues la haremos al revés -es lo que tiene aparcar abajo-. La única duda que tenemos es...¿encontraremos la senda?.

Salimos. La ruta es muy corrible, por lo menos hasta llegar a la Fuente Almanzor, todo pista con bastante vegetación y tal. También muy bien señalizada con las marquitas blancas y amarillas de un PR que no se cuál es. Sinceridad ante todo. Bueno, que eso, una vez en la fuente, empieza el sendero. Todo muy verde y atravesamos un riachuelillo muy simpático hasta que metes la zapatilla dentro. Raro es, pero para mí será simpático...vamos, que no me mojé. Pese a entrenar menos que Guti, las sensaciones para arriba son buenas. De repente, llega la primera pared -un tramillo de ná- complicado, o sea, inclinado, y ahí empezamos a caminar para apreciar mejor el bosque que estamos atravesando...Luego irá otro, después otro más...de todos modos, muy complicado no es, porque en unos cinco (sí, cinco oeoeoeoeoe) kilómetros y medio, apenas llegamos a los 300 metros de desnivel de subida.

La senda acaba en una pista. Oropareceyplatanoes. No, en una pista de tierra. Ays. En fin, si coges a la derecha, acabarás en el Puerto de Almedíjar y si luego bajas por la carretera, por la tarde corres en Paterna y al día siguiente en Benicull...acabarás con una tendinitis rotuliana de cuidado. Por tanto, sabiamente, cogeremos la pista hacia la izquierda. Abandonamos las marcas de PR. El mundo no es perfecto...así que toda la pista es subida. Correteamos alegremente hasta que el pulso se dispara. Así que alternaremos trote cochinero con fases, cada vez más largas, de caminar.

Pasamos el Alto de la Mujer. Como yo soy tío, no me detengo y sigo para arriba. Pasamos ya los 900 metros de altitud. A unas vistas espectaculares, le acompañan, a ratos, ráfagas de aire -heladito, para variar-. Me parece que poco rato estaremos arriba...Ahora hay que estar atento a la derecha, a ver si aparece alguna senda. Emoción, intriga...

Emoción, intriga...expulsión de Albelda y 2-0. Esto es, que no hay mucha, porque la pista que seguíamos se convierte, de repente, en una senda. Y no solo eso, sino que siguiendo la senda, ésta confluye con otra y hay marcado en una piedra, una flecha junto con el lema "pico". Pues será por ahí. Cierto, es por ahí. Difícil, eh. Las piedras, un poco resbaladizas antes de la cima para añadirle un poco más de épica. Y coronamos oeoe.

Arriba, un grupo de senderistas de los que aprendo geografía...ahí está Pina, aquello es el Montgó. Nos recreamos un rato con las vistas. Siempre que había estado allí arriba iba con prisas, que se le iba a hacer...Un poco después, hasta luego y nos enfilamos para abajo. Ahora sí, bajaremos por la senda del Maratón. Un par de sustos en forma de...quetelametes y volvemos a la pista.

Y en la pista, pues poco que contar. Así que pasamos a la senda. Y en la senda, pues poco que contar. Los riachuelillos siguieron siendo simpáticos. Así que llegamos a Almedíjar. Y nada, que en dos horitas se puede subir -y bajar- el Espadán.

Así que la preparación para la carrera de Chiva (65 kilometrines) se limita a una salida por Serra, a una subidita al Espadán, un rodaje de unos 16 kilómetros de asfalto y algún que otro entrene de 6 a 9 kilómetros. Otra cosa no, pero descansado iré un ratillo ;p.

Hoy, aparte de saber subir al Espadán, hemos asimilado la rasca que nos puede hacer en el Yerbas, que está en el kilómetro treintaypoco de Chiva y que también supera los mil metrines de altitud.

Vamos a flipar.

Ah, éste es el track en el wikiloc y el perfilucho es éste otro


domingo, 28 de noviembre de 2010

III Maratón Internacional del jose por la Calderona (MIjC)

Hoy comemos tarta!! oeoeoeoe.

Y es que después de dos años y pico nos plantamos en la entrada 100 y, claro, hay que celebrarlo. Y como muy bien de la cabeza no es que estemos precisamente, la celebración se completa, además, con la presentación del exclusivo reglamento (en efecto, copiar-pegar) de la III edición del Maratón Internacional del jose por la Calderona.

1-. La prueba se realizará el 2 de abril (sábado) de 2011. Se llama Maratón Internacional del jose por la Calderona porque la abreviatura (MIjC) queda muy cuca.

2-. El lugar de salida lo elige la gente, seleccionando entre las distintas elecciones que se dan en la encuesta de aquí al ladito. No quiero influir en la gente -dios me libre- pero si Segart está en mayúsculas, es por algo eh eh.

3-. La salida -generalmente, la chica más simpatica de la discoteca- será a eso de las 8:30 si el número de corredores es inferior a 2. Si la prueba fuera multitudinaria, se elegiría con otra encuesta en la que no tendrían voto los representantes de la hostelería del municipio acordado como origen de la carrera.

4-. El III MIjC es una prueba que transcurrirá por pistas, senderos y algunos tramos asfaltados por los términos de Serra, Segart, Gilet -lo mejor para el hombre- y Estivella en su mayor parte; completando una distancia superior a los 42,195 kilómetros (uno o dos metros más, a lo sumo). Se espera coronar, entre otros, el Garbí, el Moncudio, la Mola de Segart o el Alt del Pi.

5-. Avituallamientos: Si el muchacho del último superviviente mata bichos para beber agua...nosotros tenemos que dar gracias de encontrarnos con fuentes -y algún bar...en Beselga no, eh, que no hay- en el camino. Con eso vamos servidos. Las fuentes de este año son la de Segart y la de Barraix. Como estén secas...vamos a flipar un pelín jijiji. Por tanto, se puede considerar la carrera como una prueba casi de agonía extrema. Además, se ha de tener en cuenta que se pasará junto a merenderos en los que se estarán preparando sabrosas paellas y, para añadirle más dramatismo, junto a piscinas en las que puede haber algún concurso de camiseta mojada (y pasaríamos de largo, de ahí lo de extremo).

6-. La inscripción es gratuita, que estamos más en crisis.

7-. El tiempo máximo es de 6 horas y media (5 horas y media si estás en Canarias).

8-. Iniesta.

9-. Trofeos: no hay mayor satisfacción que acabar esta dura prueba, así que no hay nada material. Solo lo habría en el caso que el vencedor de la primera y segunda edición, volviera a vencer, con lo que se le entregaría el trofeito de invencibleplus, esto es, una foto del Barça del sexteto junto con la del triplete. Si ganara otro, pues se le invita a comer y en paz.

10-. Palmarés: 2009: gano yo. 2010: gano yo. Oeoeoeoeoe.

Voy a ver si salgo a corretear un ratillo por estos bellos parajes de l'horta sud rodeados de naranjos y un joio frío polar que ni te cuento...