lunes, 5 de junio de 2017

Trail de Berga: El ponchino que ganó a Salomon

Y vimos lo de los 3300 positivos (casi los mismos que saqué en toda la EGB en milquinientas vidas). Y ubicamos Berga en el mapa. Y nos apuntamos. Y reservamos hotel. E hicimos tres salidas de nueve kilómetros la semana previa y ya vimos que estábamos listos. Sobrados. Bueno, mi madre añadió cordura con la famosa coletilla "veo que has ido andando" tras enviarle el recorrido del segundo día. A ver, que la intención no era ganar...eso ya ha quedado claro.

Y como daban agua para el finde, poco faltó para que en Tarragona diéramos la vuelta (llovía mil) y luego en Manresa (llovía dosmil) pero, por fin, a primera hora de la tarde, aparecimos en Berga. Ni una gota. Y ni un metro llano, tampoco. Bueno sí, unos cuantos, en la zona donde daban los dorsales. "Chubasquero obligatorio", dicen. Perfecto, no hay problema. El chubasquero está en el armario, debajo del todo, hecho un ovillo. A 340 kilómetros. A veintipico euros de peaje (un poco menos si no te equivocas de enlace de Lleida para coger...hay que ser inút...digo, uno que se despista, jiji).

Como la opción de volver la descartamos, pasamos al plan b. Buscar una tienda de deportes en Berga. La hay. Y buscar un chubasquero. Salomon, muy ligero. Solo vale 200 euros. Tirado. Bale costó más. Y Neymar, je. Entonces pasamos al plan b2 (que es como el b pero con la salvedad que nos permita llegar a fin de mes). Buscamos un bazar en Berga. También lo hay. Y de un chino. Veamos. Lo que buscamos está ahí. Ante mis ojos. Un poncho garrulo de un euro. Bale costó más. Y Neymar, je. Pero con esto y con el cortavientos encima más un poco de labia, se podrá conseguir que cuente como material obligatorio. Y como soy un excelso literato, de un poncho y un chino, nos sale el ponchino.

Abreviando soy la ost*a.

Superamos la lluvia, superamos el tema chubasquero, la Juve nos tuerce un poco la noche y lo que ya fastidia el tema motivación precarreril es despertarse a las 5:15. ¿Es necesario?. Bueno, chico, la carrera es a las siete, así que...y es que venir a Berga y no correr es como, no sé, ser un fiscal anticorrupción y tener una sociedad en Panamá, por ejemplo.

A las 6.45 estamos listos en el único tramo llano de Berga. A las 7.00 la salida. Tan solo 160 inscritos a la carrerita. 42 kilómetros por delante. La cuarta fila está bien. Salimos. Asfalto. Me pasa hasta uno que pasaba por ahí. No quiero ni mirar atrás. Cogemos una calle que ya se dirige a la montaña. ¿Es grave que quiera caminar ya?. 9 horas dan de plazo...malos augurios.

Al asfalto le sustituyó el cemento y, a éste, la senda. Empieza el trail de Berga. En algunos tramos se puede correr. La única pega es que, los que van por delante, se alejan más...el consuelo, que los que vayan detrás les costará un poco más cogerme. De momento, el pronóstico meteorológico lo cumplen: sale el sol. Y el pronóstico atlético también lo cumplo: más cerca del final que de la mitad.

Estamos subiendo La Figuerassa. Es la primera de las subidas con una particularidad y es que, en menos de cinco kilómetros, te plantarás ya en cerca de los 800 metros positivos y en la primera hora. Otra podría ser que, en algunos momentos, se recomienda el uso de frontal (vegetación frondosa no, lo siguiente).

Albert Garrido me saca este fotón con Berga de Fondo. Sé hacer el arquero mejor pero es que si no tapaba el pueblo, ejem...

[Spoiler: con el brazo izquierdo pretendía reflejar el desnivel de la subida del kilómetro 20...visionario que es uno]





Y, ahora que me doy cuenta, tampoco llegué con tanta hambre, porque mira que dejé cosas en la mesa...En fin, sigamos. Por cierto, van cinco kilómetros y dos avituallamientos.

Tras una bajada en la que me acuerdo, por orden, de la tendinitis, de la periostitis, de Kurosawa y de las molestias de la rodilla (ésta es nueva, de hará un mes aproximadamente), se consigue rodar con un mínimo de estilo atlético porque hay que aprovechar cada tramo llano/descenso para ganar tiempo al reloj, que el horario límite es yendo a poco más de 12 minutos el kilómetro (5 km/hora). Y en los primeros cinco ya me fui a la hora y cuatro minutos.

En el Santuari de Corbera (k 6,3), nos encontramos el tercer avituallamiento y el inicio de la segunda subida. Así, como dato, cuando llevemos siete kilómetros y medio, andaremos sobre la  hora y media (12' clavados)...y mil positivos. Y un poquito más adelante, en La Font de Tagast, en apenas 8 kilómetros, nos encontraremos el cuarto avituallamiento. De momento, seguimos acumulando desnivel positivo, evitando la lluvia y posando metiendo estómago, que tiene bastante mérito, la verdad.


Esta subida es la que más me gustó. No era sencilla pero te permitía levantar la mirada más allá de los 45º que te hacen ver la senda y el espectáculo era fascinante. Es lo que tiene moverte a los 1500-1800 metros, que está todo como un poco más puro. Alguna gotilla cae. De momento, ponchino sigue en el banquillo.

Volvemos a la carrera y rapidito que, tras coronar, nos vamos a por el quinto avituallamiento. Para llegar a él solo hay que bajar por los postes del telesilla de la estación de Rasos de Peguera. Van doce kilómetros, llevamos 1500 positivos y casi 2h20. Seguimos igual, esto es, trotar lo que se pueda bajando/llaneando (ojito con las piedras resbaladizas) y las subidas, pues a la marcheta. Hoy, por fin, el perfil del dorsal ayuda.

Con la experiencia de Nogueruelas, la bajada posterior no tenía mucha complicación; tan solo había que ir de cinta a cinta por un prado sin senda marcada. Lo único que había que evitar eran los cables de las vallas. En efecto, en uno como en el que me enganché. A eso le sigue un tramo de pista trotable y más lluvia. ¿Te imaginas que tienen razón los del tiempo?. Solo pido, por favor, que no.

La tercera subida nos iba a llevar cerca de los 2250 de altitud. Teniendo en cuenta que nos movíamos en los 1600 se olía la presencia del pepinaco. Y, como estaba aburrido, me dio por fijarme en el dorsal que antes del 20 ya teníamos que estar arriba. Y que, a partir del 16 (sexto avituallamiento), el perfil, como que subía así bastante recto para arriba. De todos modos, para asegurar que la dirección del matadero era la correcta, pregunté a los voluntarios..."se sube un collado y a mano derecha".

Y menos mal que dijo un collado, porque llega a decir que se sube el K2 y luego a mano derecha y tampoco habría dicho una gran mentira. La traducción es que, en poco más de 2,2 kilómetros se salvarán (bueno, no se salvará nadie, vamos a morir todos!!) 650 metros de desnivel. Al principio con una senda que simplemente te quita la respiración y las ganas de mirar arriba, la verdad. Después, esa senda da paso a una subida a cuatro patas por un tramo de piedra en el que agradeces que no haya llovido mucho porque eso, resbaladizo...telita. Y ya, para acabar, pues otro tramo de cuatro patas para salvar el último bloque de piedra. También añado una cosa, para que un cagado como yo lo haga sin ponerse a llorar, rezar, redactar el testamento con un martillo y escarpe (chubasquero no, pero a veces cargo con unas cosas que mejor no te lo explico)...pues eso, que es un tramo técnico sin más.

Cresteo, cruz, refugio Ensija, 2400 positivos, cuatro horas, 20 kilómetros y toca bajar...


Tenemos nubes altas, nubes bajas y un tramo de bajada con unos primeros metros...entretenidos. Es que califico así las bajadas sin senda, evitando neveros en las que, además, se salvan 300 metros de desnivel en un kilómetro. Después, eso sí, la bajada se vuelve más humana, con su sendero y sus piedras resbaladizas con las que tanto ojo había que tener...y que no lo tuve. Nada grave. Se agradece que, en un párrafo, nos ventilemos cuatro kilómetros y nos dé hasta para ir al baño.

Nos plantamos en el séptimo avituallamiento, van casi 25 kilómetros y toca la última subida dura. Que, al final, no va a ser para tanto, porque la subida dura se puede resumir en un kilómetro duro. Eso sí, un kilómetro Cofidis...al 30%. Pero antes de llegar a ese kilómetro (casi 21 minutos de kilómetro) se puso a llover fuerte y como no había nadie alrededor que me pudiera filmar -la vegetación, además, era bastante espesa con lo que el riesgo de ser cazado por un paparazzi, ya de por sí ínfimo, pasaba a ínfimo++) saqué al ponchino de su ostracismo y me lo puse.


Igual el azul era un poco más intenso...

Afortunadamente, la lluvia amainó pero justo después que un arbusto me dejara el trasto al 50% de su efectividad así que se hizo una bola y a la mochila. Ahora sí, ya se podía disfrutar de esa subidita sin nada que nos achicharrara...solo la propia senda. Un bloque de anuncios de la Sexta más tarde, ya habíamos coronado. 27 kilómetros en casi 5horas y cuarto. Bajar de las siete horas iba a ser complicado. Bueno, imposible. Que quedaba alguna que otra cuesta, empezaba también a estar algo cansado y porque, en los avituallamientos, comía y posaba. Y, oye, así no se puede...



Tras el avituallamiento del 28, giro a la izquierda...y a subir una pista. Al principio, se sube zigzagueando hasta que vemos que no es para tanto, así que nos limitamos a subir a pasitos cortos (iba a darlos largos, pero no me apetecía, ejem) y a acabarla en cuanto ya no quede más...que no puede ser mucho. 

Y así fue. Después, tramos de senda, pista...todo bastante corrible hasta un momento en que las sendas pasan de estar secas y pasan a ser una trampa resbaladiza. No quiero imaginar esta carrera con lluvia. En una de éstas, un compañero y su desgracia (un hueso roto) nos hace confirmar lo que veíamos: que no hay que arriesgar lo más mínimo.

Y bajando, bajando como un Osasuna de la vida, nos plantamos en el repecho del 38. Aquí, ilusionados con que todo estaba hecho y resuelto y ahí estaba, escondido en el perfil, un ligero repunte hacia arriba. Un repunte en forma de escalones. Esos escalones que, en el cinco, los haces corriendo pero, a estas alturas, un piolet no te vendría mal. En fin, los superamos. Luego otros pocos más. Luego escalones con tablones de subida. Escalones con tablones de bajada. Santuario de Queralt. Escalones prefabricados para turistas. Yo creo que la sección del Ikea no puede ser muy diferente...ni tener mucho más surtido.

Berga está ahí abajo. Hay un parking de coches al pie del Santuario. También hay una senda que empieza con setentaycincomil escalones que sale a mano derecha. Por ahí va el recorrido. Los cien mil escalones dan lugar a empedrado tipo vía romana. Lo que vulgarmente se conoce como salir de Guatemala y entrar en Guatepeor. El único consuelo, quiero creer, es que los kilómetros van descontando.

Luego asfalto, luego senda, luego gente de Protección Civil en los cruces. Kilómetro 40. Luego bajada de asfalto. De hormigón. De escalones en hormigón. De no sé qué. Kilómetro 41. Aplausos, ánimos. ¿Dónde está el Paseo de la Industria?...o sea, la meta. Ahí, bajando esas escaleras. Oye, pues es verdad. 7horas 11 minutos.

Una medalla de finisher de madera que no me cabe en el cabolo. Unos tragos de Kas (Existe ;p) y, mientras estamos sentados recuperando el aire, buscar motivos para no volver el año que viene. Nada, no hay ninguno.

Carrera para volver, está claro, aunque me tiene intrigado el que el número de inscritos sea tan bajo. En fin, ellos se lo pierden. Auténtica carrera de montaña, de ésas en las que solo pasas por un pueblo que, curiosamente, es la salida y la meta. Carrera dura, porque es dura. Siempre hay alguien que la gana en poco más de cuatro horas y media...pero la carrera es dura. Es bonita. Los paisajes son espectaculares. La subida a la Cruz del kilómetro 20 también. Los voluntarios son una pasada. Los voluntarios son siempre lo mejor de la carrera...y aquí, también. Además te hacen fotos metiendo estómago, esto no se paga con dinero. Ni se publicaría, claro. Trece avituallamientos durante la prueba. Toma ya. Te ponen nubes y un poco de lluvia para refrescar. Con sol sales moreno de ahí. Negro de la subida del 20.

El perfil es bonito...no da miedo


















14 comentarios:

  1. Simplemente impresionante!!!.
    Tiene que ser la ostia bendita

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    1. Bueno, a lo mejor exageré un poquito con el número de escalones pero sí, para el resto, esos calificativos le pegan bastante bien. Incluso puede que se queden algo cortos ;p

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  2. Buenísima crónica, aún me estoy riendo. Yo también la corrí y comentar q coincido en todo. Brutal se queda corta ,y si, es extraño q sean tan pocos inscritos en la maratón, cuando lo tiene todo.

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    1. Muchas gracias :)

      Yo lo que estoy ahora es quejándome de mis andares ortopédicos. Efectos colaterales, les llaman. Con que tengas la mitad ya vas bien...qué envidia!! ;p

      Lo de los pocos inscritos...bueno, a ver si algún día el ikerjiménez ése quiere hacer un programa molón, pues que lo analice :)

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  3. Solo decir que habiendo hecho la mini ya os admiro a todos los que hicisteis la media y la maraton (sois unos maquinas) y con esta buena cronica me imagino aun mejor el gran esfuerzo, felicidades finisher.

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    1. Lo difícil es ponerse en la línea de salida. Una vez hecho eso, el resto está chupao...:)

      El año que viene...a por la media.

      Enhorabuena...y gracias :)

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  4. Déjate de rollos y muestra la foto con el ponchino por favor...

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    1. Hice ya una recreación lo más aproximada a la realidad con los medios digitales que disponía a mi alcance.

      O sea, un copiapega.

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  5. Brutal relato!! como voluntària y miembro de Mountain Runners del Berguedà, te doy las gracias, por venir, por correr y por tus palabras! té esperamos el pròximo año!!!

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    1. Pues es al revés, completamente al revés...los que venimos a correr os damos las gracias a vosotros por permitirnos correr por un sitio como el que tenéis. Sois lo mejor :)

      Voy, voy :)

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  6. Buenas noches, soy corredor y de Berga y me ha emocionado tu cronica!! Felicidades por terminar la maratón Berga trail y por expresarlo tan bien!
    Espero que vuelvas el año que viene (y que te traigas a unos 50 colegas...).

    Salut!!

    Jordi

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    1. Hola Jordi,

      Muchas gracias, la verdad que sabíamos que iba a ser cosa de varias horas aunque, con que no me anocheciera, me daba con satisfecho ;p

      Yo vuelvo...pero lo de los 50 será un poco más complicado. Si acaso os traigo 4 o 5 pero de los buenos y compensamos :)

      Un abrazo!

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  7. Pues sí, me encanta... cada día más sensato. Quien hubiese podido...y sin darte la hostia, que hay muchos km por correr y muchas montañas que subir, un abrzo oJse

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    1. Bueno, a ver, que sensato no es la palabra más correcta. Ni de lejos ;p.

      Eso sí, en todo lo demás tienes razón, a mantener chapa y si el motor no va, pues va más lento. Pocas prisas.

      Muchas gracias Manoli.

      Nos vemos/oímos por los montes :)

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