Castellnovo...bueno, eso de novo, está por ver

El pasado miércoles, la pastelería ésta que tenemos por cocina parió la friolera de 3 bandejas de tiramisusaco. Como resulta que desde el jueves estoy más solo en casa que el macaulayculkin en navidades pues eso, que la excusa para el fracaso de la carrerita de hoy en Castellnovo la tenía ya preparada desde hacía tres días. Es más, desde el miércoles no he entrenado nada, total, ¿para qué?.

La salida era a las 9.00 de finales de noviembre en un pueblo del interior de Castellón, así que...manga corta. Tanto lío con la camiseta del antirrobo y luego no la uso. Caprichoso el nene. La táctica para hoy, además, es a 0 paradas. El equipo de ingenieros de que dispongo llega a esa conclusión en vistas del kilómetraje y del pedazo camelback que sí uso. Ya no soy tan caprichoso. Ahora soy ummm...nosé, me inscribo en una carrera y no voy a beber/comer en los avituallamientos. Lo mío es de hacérmelo mirar, creo.

Empieza la carrera. Este año han cambiado el recorrido, hacerlo más montañero que el año pasado. Menos, la verdad, era imposible. De momento, los dos primeros kilómetros -acompañado por mi coleguilla Jose (bonito nombre blablabla)- son de pista. Pues bien, menudo cambio, pienso...bueno, eso de pensar es un decir. Por cierto, Jose me comenta que se ha sacado el título de masajista así que...

Sigamos, rápidamente se coge una senda y taponaco. Hemos estado tan estresados hablando y tal, que estamos a mitad de pelotón, así que este primer tramo lo de correr va a estar complicadillo. Y la forma física que nos gastamos tampoco es para ir haciendo exhibiciones adelantando campo a través y tal, así que cogemos el número en la cola y para arriba. Primer avituallamiento. Aquí la táctica del Minardi funciona, me quito a media cola delante. Y si queda alguno por adelantar (el primero creo que está casi llegando ya), pues la senda se convierte en pista -ya sabes, oro parece y plata no es-.

Nuevamente más senda, una subida a una ermita. Como es de rigor, arriba del todo (sino no sería subida). Para que los creyentes estén más cerca de Dios, y los que subieron los ladrillos más cerca de la baja por incapacidad permanente, ayyyy. Nuevamente senda para bajo y adelanto todo lo que puedo y más. Casi sin darme cuenta, me pongo cuarta fémina...y yo sin afeitar.

Se coge otro tramo de pista (duro, durete) de un par de kilómetros y justo después una senda con la que iremos cresteando la montaña. Ahí nos juntamos, sin exagerar (sé que es difícil), unos 20 tíos y una chica. Menudo pedazo pelotón en el kilómetro 15 de una carrera de montaña. Empiezo mis cálculos para ver si aguanto, ataco, hago una serie (CSI me gusta)...hasta que acabamos de bajar y me doy cuenta que sino soy el más flojo de los 20, por ahí he de estar. Ay, no corro 20 kilómetros desde la animalada ésa de Madrid.

Total, que ya estamos casi acabando, enfilamos dirección a Castellnovo -se oye la locución- y, y, y...aghhh, giramos y giramos (en el mapita de ahí abajo se ve lo que no sale) y nos alejamos y yo ay, uf, ay, uf. Casi no me quejo. Bueno, aprovecho y me pongo tercera fémina. Viva viva viva. Después de tanto embrollo, llegamos a Castellnovo -se oye la locución- y, y, y...subimos por una escaleras a dar una vuelta -literal- al castillete, que muy nuevo no es, vamos de segunda mano tampoco creo que se venda...ahggggg. Me muero. Una vez arriba, me desmuero y sonrío para la foto -ya veré si la cuelgo- y nada, a meta.

Y de meta, a casa. De paso, aprovecho y me compro un decimico de la lotería de la bici (a 3 euros la papeleta, que se agotan oiga).

Y si pulsas sobre track, pues eso, que aquí está el track

Y el mapita y el perfil: