lunes, 22 de abril de 2013

MaMoVa 2013: Maratón de Montaña Naranja de Valencia

A las 5.30 sonaba el despertador. Todo automático. Me visto el desayuno, me como la ropa y al coche. A las 6.30 me doy cuenta que me he subido a otro que no es el mío y me toca cambiarlo. Me gustaba ese Mercedes. Sin sueño, casi. Cogemos dirección La Pobleta. Zuuuuum.  Como la salida era a las 8.30 voy por el camino asfaltado. Hay otra forma de llegar, que sale de Puzol, que lleva un poco más de tiempo...pero eso lo dejamos para enero. En la Pobleta se hace la voltaapeu del día, de ésas de 42 kilómetros, en una zona que, lamentablemente, fue noticia el año pasado por el devastador incendio de Andilla. Cagontó (aunque no sirva de nada).

Frío, nervios, tensión...todo eso se palpa en su bar. Está lleno. Los cafés van que vuelan. El mío me lo tomaré con Ángel. A cambio, me pondrá al día y los dientes largos con la Quebrantahuesos. Una vez fuera me doy cuenta de una cosa...el MaMoVa va a ser muy duristorarístico: quince gatillos vamos a teñir de naranja el pelotón. Eso sí, ninguno va de corto ni un poquito, el grado con el que nos ha recibido La Pobleta y la escarcha que aún tiñe de blanco (oh) el campo de fútbol hace que nos cambiemos cuando sea inevitable. Más o menos a las 8.25 y apurando...

Fotillos en la salida, pero como somos tantos y el tema de los derechos de imagen no lo domino, pues nada, me las guardo. 8.36. Pum. Salida. El comienzo era una vueltecita por La Pobleta creo recordar de hace dos años. Esa rampa de cemento que me quita el aire a los 400 metros no la recordaba. Vale, hay algún que otro cambio. Me doy cuenta de otra cosa. El pelotón no solo es naranja. Tenemos un club de fans (aplausos y reverencias para ellos) que se dejan ya la garganta animando en el uno. Por dios, que hace frío, resguardaos. Gracias :).

Al paso por La Pobleta (k2) formamos grupeta: Isabel, Ángel y Josel. Bueno, y otros 80 más. La carrera, que no se termina de estirar. En el cinco, quien no se estira es mi gemelo. Pues me agarroto -parece decir-. Puesmecagoentutpu...piiiiiiii -le contesto dulcemente-. Pasamos a ser cuatro en el grupo: los tres citados y mi gemelo cargado. ¿Tan pronto poniendo excusas?. Sí, kilómetro cinco. Nuevo récord, sin duda.

Avituallamiento RunMountain. Pues también hay moraditos, sí. Agua. Ánimos de Marce. Un poquito de estirar y para arriba. En el 2 no estaba estirado el grupo. En el 8, tampoco, ahora creo que ya somos solo cuarenta. Ni en el 9. Paco, como un descosido, poniendo agua. Manoli, como una reina, haciendo fotos. Bueno...y casi cayéndose. Pero esto lo omito. Me río poco y lo omito. Nenes, ¿subimos?.

Y los cuarenta dicen que sí. Esta primera subida, además, es tendida. Por momentos esto parece más una marcha senderista que una carrera. Sendereamos, pues. De todos modos, el gemelo amenaza con romperse en cualquier momento. Alcudia de Veo me dejó los cuadríceps para cambiar y va y se me carga el gemelo. Soy raro hasta para lesionarme. Pringao -me dice el gemelo, con sorna-. Seguimos subiendo. 

Para romper la monotonía, Ángel atará a Isabel a un árbol. Pero claro, con 30 detrás, alguno le soltará. Y lo hacen. Y luego Ángel soltará la perlita...Parece que estéis picados. Total, porque nos pasemos sin hablar. Y por dos conatos de zancadilla. Y el empujón al barranco. En fin, que me da una rabia la gente que habla sin saber...Lo que sí que noto es que estoy más preocupado del gemelo que de lo demás. Sí, es cierto, le habría dejado atada. Y eso, que voy más preocupado de cómo trotar/andar que de la conversación de los figuras.

Mira, coronamos. Bajada técnica. Esto es nuevo, sí. Llevamos ya doce y medio y apenas hora40 de carrera -a que no lo habías visto así en la vida?-. Buen momento para instaurar el premio vamos,nomej*das. Y este premio se lo lleva, en su primera edición el corredor del Willy que, en un pelotón de cuarenta se pone a bajar como un loco en un tramo técnico que solo puede bajar uno y con cuidado. Y el premio se lo gana cuando, al llegar a la pista se para a comer un bocadillo. Fascinante, sin duda.

Más agua en el avituallamiento y, ahora sí, bajada hasta Andilla. Tramo favorable. El gemelo sigue molestando. De cada dos zancadas, una lleva un ay en mi interior. Pero nos acercamos a los ánimos del 17. Toma afición naranja. Aplausos y ánimos para todos. Por cierto, aprovecho para desmentir ese rumor sin fundamento que habla de cierta petición a los compañeros de grupo en plan "no nos paséis, eh eh eh, porfi". Todo fals...ejem.

Salimos de la pista. Vemos la cascada. Subimos. Más ánimos. Vicente, otro crack. Bajamos a Andilla. Es un decir. Llegamos a Andilla y subimos. Y hay que subir por un tramo de cadenas. Si subo por ahí, me rompo el gemelo desde el tendón hasta el omoplato. Lo sé. No subo. Subetúqueamímedalarisa. Así que tocará improvisar y subir, en diagonal, por el lado sin cadenas. Soy un gato. Si me caigo, caeré boca arriba y me volveré a levantar. Iluso. O antiportugués (joer, éste es malo).

Bajo el castillo. Estiro en la acera. Este tramo tan corredorcillo reconozco que no ha sido bueno para el gemelo. Y cuando lleguemos a La Pobleta -a la zona de la media- más me daré cuenta. Más que nada porque miro la piedra que me gusta, me acerco, la cortejo, estiro sobre ella y noto que antes se moldea y estira la piedra que el gemelo. Situación crítica. Cargamos Cocacola en el avituallamiento -el único en el que van a dar...dios, a mí me da algo- y alehop. Isabel y Ricardo se irán para delante. Yo sigo frenando a Ángel. Sigamos...

Ahora sí, la carrera está estirada. Vamos solo dos. Volvemos a Andilla. Hola Marce. Cogemos la segunda subida fuerte. Y larga. Y la que más miedo me da. Unos cinco kilómetros hasta el siguiente avituallamiento de subida. Mínimo una hora. Y yo con una botellita ridícula cargada de...gas. Manos a la cabeza. Ays. Como el gemelo me da un poco igual, empiezo hasta hablar un poco. Ángel va sobrado. Isabel un poco tocada. Y yo voy como en el cinco. Llevamos tres horas y media para 25 kilómetros. En este tramo, nos quedaremos Ángel y yo. Empezamos a adentrarnos en la zona quemada...

Avituallamiento del 27. Más agua. Aprovecho y me zampo un gel. A base de agua y plátanos me da que todavía estaría en el cortafuegos. Volvemos a juntarnos quince en la bajada. Tampoco me afectará mucho. Total, no puedo correr, así que a bajar tranquilamente y a disfrutar del tapón. Ángel anima al grupo. Carrerón, sí. Y llegamos a Osset. Y poso. Click. Gracias Roberto.



Creo que aún puedo meter más tripa. Estoooo...seguimos. Aquí se empieza a notar a la gente tocada. Agua, naranja -de la de comer- y seguimos. Ahora buscamos Artaj. Y trotamos. Y la gente baja por las cadenas. Yo bajo en plan tobogán. Los pantalones....para lavar. El resto de mí noooooo, qué va!!!. Y esta foto se la cojo a Zaira. 




Y en Artaj...más agua. Si me cicatriza el gemelo en carrera, me salen escamas. Estamos en el kilómetro 33. Hola Marce, hola Vicente. Ángel sigue yendo sobrado y esprinta mejor que yo. Por delante quedan tres subidas y un avituallamiento. ¿Qué nos queda de comida? Una ampolla de glucosa. Para dentro. Manguitos para bajo. Como los gorilas, uh uh uh. Bueno, eso. Que estamos en la parte final que se resume en tres subidas de unos cien metros de desnivel cada una -ja, qué malo soy calculando, por dios- y luego bajar.

Y Alfonso estaba inscrito. E iba a llevar a Carlos tranquilamente para que conociera el rollo éste de los maratones de montaña. Pero Alfonso cayó lesionado. Y lejos de sentimentalismos, cuando cogimos a Carlos, nos pusimos a criticarle. Lesionado y pitido de oídos. Si se esperaba palabras de ánimo...está muy equivocado. Eso sí, ponte bueno ya que lesionado no molas. Ni un poco. Y con la tontería nos quedan dos subidas. Dos cortafuegos. Dejamos a Carlos que disfrute esta parte. Que coma y tranquilidad. Estamos en el 35. 

Y nos acercamos al cortafuegos. Me parece más dura la aproximación al cortafuegos que éste. Quema ese tramo de pista. Porque pica para arriba. ¿Y van 36 kilómetros, quizás?. Y llegamos a la base. La verdad es que llama mucho la atención. Pero de una cosa me he dado cuenta. Si te quedas mirando lo que queda, al ser un tramo recto y ligeramente inclinado, te desanimas. Así que la táctica va a ser más o menos así: mirando al suelo y pasos cortos. Si vemos delante unas zapatillas, cambiamos de carril, animamos y le decimos que no mire arriba. En un santiamén nos ventilamos el primer cortafuegos. Y se ve el segundo ya...

Y bajamos al avituallamiento del 38. Y la táctica de este cortafuegos será más o menos parecida. El faenón es ver a Ernesto atascado. Coronamos. Bajamos. Un repechito...de ná, dice Ángel. Confirmado, va sobrado. Voy a perder el sprint. Pasaremos pos poco las seis horas. Un par menos que en Alcudia de Veo. Y llegamos a La Pobleta. Mirada atrás. Apretón de manos con Ángel. Buen compañero de escapada, sí. Se huele la meta. Hola Marce. Y meta. 6horas10minutosyalgo.

Y Manoli está en meta para plasmar lo reventado que estoy. Click. Y para echarme una bronca. Creo que me dice que entreno demasiado. Y me siento tan culpable que voy a la sombra a tomarme una cocacola, a disfrutar de mi segunda M.



Bueno, ahora toca el turno de agradecimientos y, por una parte, se juntan mis dos fabulosos compañeros de escapada -el gemelo no estaba invitado-, más que nada porque, sin ellos, las paradas a estirar hubieran sido más numerosas y, de ahí, al nodisfruto,mevoyacasa hay un paso muy pequeñito. Y, además, por otra parte, a toda la marea naranja que se ha movilizado para vernos en no sé cuántos sitios, en un domingo de abril ideal para perderse por el monte...pero más cerca de casa ;p.

En cuanto a la carrera, es más montañera que hace dos años pero la participación tan alta -lo cual a su vez ha de considerarse un éxito- hace que o corres al principio (con el riesgo de explosión posterior) o te ves inmerso en un pelotón muy numeroso las primeras subidas y bajadas (más o menos hasta el k30 ;p). También he echado a faltar algo de variedad de bebida en los avituallamientos: agua o isotónico rosa...y teniendo en cuenta que en carreras no me gusta probar cosas nuevas, pues eso. 

Éste es el track y éste el perfil (con ajuste de zoom incluido...fail)


domingo, 14 de abril de 2013

Volta a Peu a Alcudia de Veo (+3000)

Alejandro Galindo tenía un sueño: organizar un maratón de montaña por los alrededores de Alcudia de Veo, en plena Sierra de Espadán, su zona de entrenamiento. Así que, al frente del AlcudiadeVeoTeam empezó a plasmar ese sueño en realidad. Y nació el Maratón de Montaña de Alcudia de Veo. El día elegido sería el 13 de abril.

Y la historia no sé si sería así, pero oye, ha quedado muy entrañable para ser el primer párrafo. Solo sé que si Alejandro tenía un sueño, el menda, cuando el despertador sonaba a las cinco de la mañana tenía otro. Da igual, el despertador se lo cargó. A las 6, ya en Alaquás, recojo a Isaac y nos vamos para allá. La primera conclusión al llegar es que llana, oye, llana no va a ser. Eso sí, menudos paisajes, ufff :)

Pese a limitarse las inscripciones a 200 corredores, me doy cuenta...que siempre estamos los mismos xD; así que el frío que pasamos durante la entrega de dorsales se sustituye por cháchara, saludos y blablabla. Café, cambiarse y a la salida. A las ocho se da ésta y, por delante, 43 kilometrillos con unos 6000 de desnivel acumulado. Casi ná.

Y me hago más caquita cuando la primera que calle que cogemos es la calle del Calvario. Mala señal. Sí, malísima. Luego cogemos una rampa pa'rriba de hormigón...que ya hacemos andando. David, mi compañero de aventuras en el GR-10Xcoba, es el primero que se para a andar. Le insulto y tal, pero cinco metros después hacemos lo mismo. Nos ha frenado...

Tras pasar el primer kilómetro en 6'10'', nos encontramos con la subida al Espadán -que no se corona-. Serán unos cuatro kilometrillos o así y nos plantaremos arriba en una hora. De momento, tranquilidad. Tramito de bajada y avituallamiento.

En el avituallamiento se presenta el momento surrealista del día. Poniéndonos en antecedentes, Isaac se olía que le atacaría en el Espadán o en el Rápita. Yo a eso no le llamo atacar, si no ir a mi bola, pero bueno...metáforas aparte, había subido por delante y bajando me pasaron dos o tres. Pues eso, entre cocacola y cocacola, viendo pasar gente y pasar gente y pasar gente...e Isaac no aparece. Hasta que me dicen, ¿qué dorsal buscas?. El 99. Ése ya ha pasado!!

Muy bien, jose, muy bien. Estás esperando a alguien que ya ha pasado. Ale, a correr. Que no solo va por delante si no que hay que sumarle los cuatro o cinco minutos que me he quedado ahí, esperando. Es que lo de Hamilton cambiando ruedas en el box de McLaren es de aprendiz comparado con lo mío. Ale, a correr...vamos a subir al paraje conocido como Las Dos Tetas y no voy a hacer chistes ni colgar fotos. Bueno, val...que no, que no las voy a colgar, ostras. Qué estamos remontando!!.

Bajadita y a subir el Rápita. Seguimos pasando gente. Hasta que me canso de hacerlo. Justamente ese momento coincide cuando cojo al fugado. En ningún momento pensé en arráncarle la cabeza señor juez. La verdad es que ritmo, lo que se dice ritmo, no le veo que lleve. Resfriados, poco entrenamiento y aguantarme una hora en el coche...pues tiene esos efectos, parece. Coronamos el Rápita y bajamos. Click. Otro avituallamiento. Van dos horas para diez kilómetros...eso sí, tranquilos.




Atiborrándome de Cocacola miro alrededor...c*ñ*, no veo a Isaac. Éste ha vuelto a salir y no me ha dicho nada. Ale, arranco la moto. Al rato me daré cuenta de una cosa...Isaac no está por delante. Bueno, ya me perdonará. Y si no, se vuelve andando. O pondré la música muy alta, no sé. Llegamos al tramo cómodo de la carrera. Senda y pista que nos llevan al k17. Avituallamiento de los Amics de la Volta al Terme de Fondeguilla. Se quedan un poco sorprendidos con lo de Duristoraris...açò què és??...y yo, psche...pues vais a flipar si os digo con quién estoy federado!!!. Les faltó hacerme la reverencia, pero bueno, se les perdona ;p.

Seguimos, ahora toca subir un Castillete muy cuco. Empieza a costarme cada vez un poco más eso de ir cogiendo gente pero sigo yendo a mi ritmete. Más que nada porque la carrera ya está estirada y, ah, sí, ya recuerdo, porque he entrenado tres días en montaña". desde el Jueves Santo. O tres días en montaña desde el GR. Cualquiera diría que empiezo ya con las excusas y no estamos en mitad de la carrera. Bobadas...

Pues bajando hacia Suera empiezan a molestarme los cuadríceps. La media se arregla: k20 en 3h15'. Avituallamiento. Kike Pastor y Joxe están por ahí. Ola ke ase. Subes a los órganos de Benitandús o ke ase. Pues venga, los subimos. Y seguimos pasando gente. Y la pista, se convierte en senda. Y se puede hacer a buena marcha aunque parece que al final, al final se empina mucho. Ay. Y al ay le sigue un puff. Los 200-300 últimos metros duelen. Mucho. Hola David. Parece que el muchacho ya pasa de escobas. Bajamos a Benitandús. Y la bajada es de todo menos relajante. Bueno, si te caes al embalse puede llegar a ser refrescante, no sé. Mis cuadríceps, ay.

Y salimos de allí. Y ahora hay que subir al Collado de Veo. Se me acaba la racha...tras quince kilómetros, me pasa uno. Bueno, era cuestión de tiempo. Porque ya empiezo a notar que los kilómetros pesan. Y más estos kilómetros. Empiezo a cogerle manía a Alejandro. Una poquita. En las subidas ando y en las bajadas, los músculos me preguntan, así, con un tonillo burlesco..."¿a dónde dices que quieres ir tan rápido?".

Los 30 kilómetros los pasamos en poco más de 5 horas. Tras un subebaja continuo nos plantamos en Aín. En Aín no me compraré ninguna casa. Ni jugaré a la pelota. Eso sí, los vecinos han de tener unos gemelacos que aúpa. Salimos de Aín. Yo ya sé que voy justo. También sé que quedan diez kilometrillos. Que hay que subir el Espadán (1097 metros). Lo de bajarlo luego...oye, de momento, no me preocupa. Comer y beber y paciencia. Ya estamos a 600 metros. Seguimos. 650. Seguimos. 700. Seguimos. Ahora a por los 750...He dicho que ahora por los 750. Me parece que a por los 750 va a ir tu tía. Antes de la subida al Espadán hay que subir a la Penya del Pastor. Ese kilómetro en 35 minutos entra directamente al top5 de grandes reventones del jose de la historia. Ahí, en dura pugna con el Reventón en Peñalara y el ridículo de la bajada de Canfranc. Los otros dos, me temo, están por escribir, ay ay ay.

Tramo ligeramente ascendente: en el garmin habla de 300 metros de ascenso y 50 de bajada. Como los 50 no los vi, no los sentí, no los noté...pues 250 ascendentes. En un kilómetro. A ritmo de 0 por hora. Los árboles no daban sombra...eran los medios que utilizaba para subir. Chita versión 2.0. Veía las cintas pero no veía por dónde podía llegar. Empieza a venir gente. Empieza a irse gente. Adiós David. 

Se corona la Penya. Iba a poner se corona la p*ta Penya pero quedaba así, como con resquemor. Eso, que se corona y jose pasa de corredor a cadávercondorsal. Al kilómetro de los 35 le sigue uno de 12 y otro de 21. Hora y diez minutos para tres kilómetros. Eso sí, en ningún momento sensación de apajaramiento. Vamos, que no puedo. Que me sigo cogiendo de los árboles y atravesando los minicanchales con un poco de lastimica. Volvemos a subir. Nos acercamos, ahora sí, al Espadán por el tramo de los escalones. Y sé exactamente dónde está cada piedra. Pero no sé cuánto queda. Más que nada porque si subes a cuatro patas y te pones a mirar arriba te provoca una torsión de cuello no muy buena y ya solo me faltaba eso.

Y se llega arriba. No me lo creo. Qué cosa más dura. Estamos ahí arriba en 7horas20'. Si subir me costó  45 y la bajada se supone, es más fácil. Bueno, menos lenta. Aunque sea un poco. Pues podíamos intentar bajar de ocho horas, ¿no?. Me pongo un límite...llegar a la carretera en 7h48'. De ahí, a meta, sería carretera ascendente, rampa de hormigón, Calvario -jaja- y meta. Venga, bajamos...

Complicado bajar con los palos éstos de los cuadríceps. Menuda forma de amortiguar...Me siguen pasando. Se me ha hecho larga la carrerita, sí...7h46' carretera. Bien jose, bien. Ahora a la izquierda y a sufrir un poco, pero...Alejandro te odio. Compasión. Una poca. Nada, ni eso. A la derecha. Por esa rampa de hormigón tan chuli, que te llevará a una senda y a un rincón muy bonito de visitar pero...otro día, no hoy. Yo quiero mi carretera, quiero mi último kilómetro, no quiero dos. Y menos que veas que acabas ahí arriba. No lloro. Solo pataleo. Me siguen pasando. O se acaba ya esto o llego el último.

Ah, mira, ya se acaba. Ole.






Y ahora, una vez hecha la carrera, hay que dar las gracias a Alejandro y a sus muchach@s por la carrera que se han sacado de la manga por unos lugares que son una gozada (menos la p*ta Penya ésa ;p). También agradecer a David y sus fans, aunque a éstos  me pesa que no hayan podido cumplir el cometido de frenarle, lo agradables que han hecho los avituallamientos y el debate postpartido.

Y me tirarán  piedras pero...recomiendo esta carrera ;p.

Y éste es el track. Y el perfil tan cómodo es así:




Y Burjassot fue más tranquilo, cinco kilometrillos a poco más de 5 el kilómetro. Y sin forzar. Eso sí, me ponen otro más e igual me muero...

domingo, 7 de abril de 2013

Aledua Trail Llombai

Era 20 de enero, tras dar una pequeña vuelta por las cercanías de Puzol decidí que lo mejor era dejar las zapatillas en el balcón para que se secaran un poquito. El pasado 28 de marzo, que hacía sol (y viento...de los cinco días de Semana Santa ha hecho viento en seis), consideré que ya les había dado tiempo a secarse y me las llevé de paseo a Serra.

Como se portaron bien, pues hoy me las he llevado a Llombai, para que vean mundo más que nada. Y, curiosidades de la vida, va y resulta que el día que me las llevo de turismo se curran una carrera allí. Pues habrá que correrla, ¿no?. Eso sí, carrerita, sobre el papel, sencillita, con 21 kilometrillos para salvar un desnivel de 500 metros.

¿Cómo?, ¿para esos números vas a hacer una entrada del blog?. Ya puestos hazlo para una Volta a Peu...

Vale, como queráis. Si insistís empezaremos hablando de la Volta a Peu a Gavarda. Que tiene cuestas. Sí. Y ocho kilómetros. Y las calles son números ordinales. Y me encuentro a dos vecinos. Y nos picaremos. Y todos lo negaremos. Y llegaremos a meta. Y si cuento lo de los vecinos es porque yo llegué antes. Al rato, mi corazón. Luego el resto de órganos. Me falta el bazo. Sé que en la foto que me hizo Rafa ya no lo llevaba, por eso no se nota tanto la panza, imagino.




Contento por mantener la hegemonía en la escalera -por si acaso no haré asfalto hasta el domingo que viene-, a las siete de la mañana de un domingo suena el despertador. Sí, repito. A las siete de la mañana de un domingo suena el despertador. Esto es lo que la gente que corre no termina de comprender. Yo, que no corro mucho, empiezo a pensar igual...

Da igual. Ya son las ocho y estamos en Llombai. No estaré solo. Hay tropecientos más y una selección de gatitos que van a teñir la carrerita de un naranja duristorarístico bastante agradable. Mientras salen los de la carrera corta -sí, había una más corta y no me apunté...y no lo pensé, eh!!!- no terminamos de dilucidar la táctica. así que...

...Dan la salida y al kilómetro cada uno va a su bola. Y a los tres, abandonamos el asfalto y empieza la carrera -de montaña- de verdad. Lo primero que haremos, para variar, es subir, primero por hormigón y luego por tierra y los que han salido lijados en el asfalto y se encuentran la cuesta hacen taponcillo. Y me toca aguantarme y andar -y recuperar el aire y echarle la culpa a otros...uffff, maravilloso ;p-. Yo, que me veía con ganas de hacerla toda corriendo, ejem ejem...(risas enlatadas). Y luego bajar y luego volver a subir. Y luego bebernos medio avituallamiento. Y luego llanear. Y luego sentir que somos un grupo grande. Y luego pegar un tirón. Y coger al grupo de delante. Y coger la primera bajada larga.

Y apartarse, que bajan dos sin frenos. Y recoger a uno que se cae. Y corretear por el subebaja que hace la senda. Y ver que la media, por ahí, es inferior a seis. Y seguir cogiendo gente. Y llegar al repechito del doce. Y ahí no tener asfalteros lijados para echarles la culpa de los pasitos que hago andando. Y bajar. Y otro avituallamiento. Y vamos por el trece.

Y no encuentro un momento para ver el perfil y pensar en lo que queda. Y, cuidado, una acequia. La evito. Habría sido durísimo tener que hacer dos blogs de temática tan relacionada. Y empieza la última subida. Ja, creo que es la última. Y seguimos cogiendo corredores. Y llegamos a la parte quemada. Y te da una sensación de impotencia bestial. Hoy tienes un bosque y mañana no lo tienes. El motivo da igual. No lo tienes.

Y sigo correteando. Es lo que tiene esta ira temporal. Y volvemos a lo verde. Y queda nada para coronar. Y uff, me muero. Está bien caminar para evitar ponerse a 200 pulsaciones. Así parezco humano. Y bajamos por pista. Y quedan cinco kilómetros. Y la media se va unos segunditos por encima de los 6. Y para para lo que queda no bebo casi. Y otra subida. La última. Otro ja. Y correteo para salir delante de un grupo.

Y cojo al que va delante. Y coronamos. Y bajamos. Bajada técnica. Y cogemos a tres más. Y decimos lo clásico de "tranquilo, que no te voy a adelantar, pero te voy a estudiar la trazada para el sprint que vas a flipar". Eso desmoraliza. O eso creo. El día que pille a alguien y sepa que no es verdad...Y llegamos al 18. Y Llombai se intuye detrás de esa montañita.

No me llevará mucho tiempo deducir que esta montañita hay que subirla. Más o menos lo que me cuesta darme cuenta que la senda va para arriba. Y la subimos. Y falsollaneamos. O sea, seguimos subiendo. Y llaneamos. Y bajamos por senda. Y se acaba la tierra. No, Nostradamus, no nos referimos a ti...Bueno, eso, que llegamos al asfalto. Facilito. Ja. Subida a la ermita. 50 metros que duelen. O lo que duelen son las piernas. Y dolçainers. Y bajada de escalones. Y recta de asfalto. Y giro a la izquierda. Y subimos escalones -de dos en dos, psche, sobrado-. Y giro a la izquierda. Y meta. Dos horas diez. Media de seis.

En Benifaió hice más y era más corta. Y era asfalto. Y me rompí el sóleo. Pero creo que ya estoy mejor. Y el sábado Alcudia de Veo. ¿Qué ves?. Una cosit...ays, ya me he liado.

Y, lo mejor, en meta te daban las gracias por ir. Y un jamón!! -ojalá..-. No, me refiero que las gracias las damos nosotros por la carrera que nos han ofrecido esta mañana en Llombai que, para ser una primera edición, ha estado bastante bien organizada para un circuito corredor pero entretenido.

Para acabar...almuerzo. Cinco gatos tirados al sol dilucidando como llamarán los ingleses a la tortilla de patatas. Gracias a Isa, Ernesto, Vicente y Paco por la compañía. Y por el desbarajuste de táctica ;p. 

Éste es el track y éste el perfilucho